KABUL – Una serie de ataques mató al menos a cinco personas en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, el miércoles, el último brote de violencia en un área donde la filial regional del Estado Islámico está desafiando el control del país por parte de los talibanes.
Los militantes llevaron a cabo al menos dos atentados con bombas y un ataque con armas de fuego el miércoles en Jalalabad, la capital provincial de Nangarhar. En el ataque con disparos, al menos dos combatientes talibanes y un civil murieron, según los residentes locales. La provincia de Estado Islámico-Khorasan, o ISKP, se atribuyó la responsabilidad de los ataques.
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