MADRID — El presidente Joe Biden planeó reunirse aquí con los líderes de la OTAN el miércoles, buscando proyectar una imagen de fortaleza y unidad entre los miembros de la alianza en lo que podría ser una de las reuniones más importantes en sus 73 años de historia.
Biden pudo sacar un tema polémico de la mesa el primer día de la cumbre al alentar al presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, a abandonar su oposición a que Finlandia y Suecia se unan a la OTAN. Los ministros de Relaciones Exteriores de los tres países firmaron un memorando el martes para confirmar que Turquía respaldará las ofertas de Suecia y Finlandia para la OTAN, eliminando la última barrera clara para su entrada.
Biden habló con Erdoğan el martes por la mañana y lo animó a “aprovechar este momento y hacer esto en Madrid”, dijo un alto funcionario de la administración. Si bien EE. UU. no negoció directamente el acuerdo, Biden intentó “ayudar a poner un pulgar en la balanza para que esto llegara a la meta”, dijo el funcionario. Biden y Erdogan tienen previsto reunirse el miércoles.
El acuerdo para expandir la alianza, junto con los anuncios sobre el aumento del número de tropas a lo largo del flanco este de la OTAN, tiene como objetivo reforzar en gran medida las capacidades de la alianza para defenderse de cualquier posible agresión rusa hacia sus estados miembros.
La última vez que los líderes de la OTAN se reunieron, para una reunión de emergencia en Bruselas en marzo, hubo una sensación de triunfo entre los miembros cuando se enfrentaron a Rusia, temiendo ser los siguientes si Ucrania caía. Fue un cambio radical con respecto a unos años antes, cuando los miembros cuestionaron abiertamente si la alianza seguía siendo relevante.
Pero si bien los 30 miembros de la OTAN han mantenido su determinación de apoyar a Ucrania, ha habido opiniones divergentes durante los meses intermedios sobre una variedad de temas, desde qué tan lejos castigar a Rusia hasta el nivel de preparación militar necesario.
Aún así, Biden espera proyectar una muestra de unidad para Rusia al salir de la cumbre, un esfuerzo al que ayudó mucho el acuerdo entre Turquía, Finlandia y Suecia.
“Tenemos que permanecer juntos”, dijo Biden esta semana antes de una reunión con el canciller alemán Olaf Scholz. “Porque Putin ha estado contando, desde el principio, con que de alguna manera la OTAN y el G-7 se dividirían. Pero no lo hemos hecho y no lo haremos”.
Antes del inicio de la reunión, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció una importante revisión de la postura y las prioridades militares del grupo, aumentando el número de sus fuerzas en alta disponibilidad a más de 300.000 desde el nivel actual de 40.000, junto con el refuerzo de suministros militares y equipos en los miembros de la OTAN fronterizos con Rusia.