La cápsula de la tripulación de Boeing entró en órbita el jueves en un vuelo de prueba repetido sin astronautas, después de años de estar en tierra por fallas que podrían haber condenado a la nave espacial.
Solo había un muñeco de prueba a bordo. Si la cápsula llega a la Estación Espacial Internacional el viernes y todo lo demás va bien, dos o tres pilotos de prueba de la NASA podrían unirse a fines de este año o principios del próximo para el primer vuelo tripulado de la compañía.
Es la tercera oportunidad de Boeing en la demostración de vuelo de alto riesgo.
Al menos esta vez, Starliner llegó a la órbita adecuada y rápidamente persiguió a la estación espacial. Pero la cita y el acoplamiento de suma importancia se avecinaban.
El primer vuelo de prueba de Starliner en 2019 se vio afectado por errores de software tan graves que la cápsula terminó en la órbita equivocada y tuvo que saltarse la estación espacial. La nave espacial estuvo a punto de ser destruida cuando los controladores de tierra interrumpieron apresuradamente la misión.
Después de docenas de arreglos de seguridad, Boeing devolvió una cápsula diferente a la plataforma de lanzamiento el verano pasado. Las válvulas corroídas detuvieron la cuenta regresiva, lo que resultó en otra ronda de reparaciones.
El prolongado programa de vuelos de prueba le ha costado a Boeing aproximadamente 600 millones de dólares.
“No vamos a volar (tripulaciones) a menos que sintamos que hemos reducido el riesgo”, enfatizó la jefa de operaciones espaciales de la NASA, Kathy Lueders, en la víspera del despegue.
Boeing busca la redención en su intento de ponerse al día con SpaceX, el otro servicio de taxi contratado por la NASA. La compañía de Elon Musk ha estado transportando astronautas hacia y desde la estación espacial durante dos años y entregando carga durante una década completa.
Ansiosa por reducir su costosa dependencia de Rusia para el transporte de la tripulación, la NASA contrató a Boeing y SpaceX para enviar astronautas a la estación espacial después de que el programa de transbordadores finalizó en 2011. Por eso es tan importante que el Starliner de Boeing tenga éxito, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson. .
“Siempre, en este caso, queremos tener una copia de seguridad”, dijo Nelson horas antes del despegue.
Diferente en apariencia pero similar en función a la cápsula Dragon de SpaceX, la cápsula completamente automatizada de Boeing intentará atracar en la estación espacial por su cuenta. Los astronautas de la estación estarán listos para dirigir la cápsula por control remoto, si es necesario.
Starliner pasará cerca de una semana en la estación espacial antes de intentar aterrizar en el desierto de Nuevo México.
La NASA aún tiene que finalizar qué astronautas estarán en la primera tripulación de Starliner. El programa está tan atrasado que los tres originales se han hecho a un lado. Los principales candidatos se reunieron en Cabo Cañaveral para el lanzamiento vespertino de Starliner sobre el cohete Atlas V de United Launch Alliance.
“Estamos emocionados por esto porque el siguiente somos nosotros”, dijo el astronauta Butch Wilmore.
Además de Rosie the Rocketeer, una versión de la era espacial de Rosie the Riveter de la Segunda Guerra Mundial, la cápsula transporta comestibles y equipo para caminatas espaciales para los siete residentes de la estación. Las caminatas espaciales estadounidenses han estado suspendidas desde que el casco de un astronauta se sumergió en el agua en marzo. La NASA está enviando almohadillas absorbentes adicionales para usar en los cascos, en caso de que se requiera una caminata espacial de emergencia mientras continúa la investigación.
Boeing también está enviando recuerdos de colegios y universidades históricamente negros y semillas de árboles similares a las que los astronautas del Apolo llevaron a la luna que se convirtieron en los llamados árboles lunares aquí en la Tierra.