Judy comenzó su tratamiento en agosto de 2015, cuando los científicos recolectaron algunas de sus propias células inmunitarias que combaten los tumores.
Luego, estas células se multiplicaron en un laboratorio, lo que permitió a los expertos inyectarle 80 mil millones de ellas en diciembre.
Además, también le dieron pembrolizumab, que es un medicamento de inmunoterapia que elimina los frenos biológicos de las células inmunitarias, lo que les permite atacar los cánceres de manera más agresiva.
En solo unos días, los tumores de Judy se habían reducido hasta el punto de que podía dejar de tomar su medicamento para el dolor.