Se ha vuelto popular entre los progresistas proclamar que el cambio climático es la principal amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. El Partido Comunista de China, con mucho el principal emisor de gases de efecto invernadero del mundo, ha tomado nota. Este engaño estadounidense convierte el cambio climático en una fuente importante de influencia estratégica para Beijing.
El ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, hizo explícita esta influencia en una conferencia del miércoles al enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, quien está de regreso en China suplicando a sus líderes que reduzcan el consumo de carbono del país. “La parte estadounidense quiere que la cooperación en materia de cambio climático sea un ‘oasis’ de las relaciones entre China y Estados Unidos”, dijo Yi, según una lectura de la reunión del Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero insistió en que “la cooperación entre China y Estados Unidos sobre el cambio climático no puede separarse de la situación general de las relaciones entre China y Estados Unidos”.
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