VILNIANSK, Ucrania — Un cohete ruso impactó el miércoles en el ala de maternidad de un hospital en el este de Ucrania, matando a un niño recién nacido e hiriendo gravemente a un médico. La explosión nocturna dejó el hospital de la pequeña ciudad como un desastre de ladrillos, esparciendo suministros médicos por todo el pequeño complejo.
Fue el segundo ataque mortal en la pequeña ciudad de Vilniansk en una semana, y la alcaldesa Nataliya Usienko dijo que temía que no fuera el último.
“Comenzó el ataque y el primer cohete S300 salió a la carretera. El segundo cohete golpeó este lugar, el principal hospital general, en el ala de maternidad donde había gente”, dijo. “Una mujer dio a luz hace dos días. Dio a luz a un niño. Desafortunadamente, este cohete le quitó la vida a este niño que vivió solo dos días..”
Hace seis días, dijo, 11 personas murieron cuando un cohete ruso impactó en un edificio de apartamentos.
“Es muy peligroso estar aquí”, dijo Usienko. “Es 90% seguro que será golpeado nuevamente”.
Los trabajadores municipales trabajaron mucho después de la puesta del sol para apuntalar los muros que corrían el riesgo de caerse, confiando en los generadores para la luz y para hacer funcionar sus herramientas eléctricas.
Nataliya Pullman, una residente que pasaba por el hospital destrozado, dijo que estaba más que enojada.
“No tengo palabras, no tengo sentimientos. No sé lo que debería sentir un humano normal. Siento dolor por las víctimas”, dijo.
Se suponía que Kyrilo, el bebé que murió en el ataque con cohetes, y su madre habían sido dados de alta el miércoles, dijo Usienko.
El vicepresidente de emergencias del Comité Internacional de Rescate, Bob Kitchen, lamentó el ataque.
“Las trágicas imágenes de los rescatistas trabajando en el sitio de una sala de maternidad que vimos esta mañana ilustran que las mujeres y los niños continúan pagando el precio más alto de esta guerra”, dijo Kitchen. “Ningún niño debería nacer bajo un aluvión de ataques con misiles. Ningún niño debe morir enterrado entre los escombros que quedan de los hospitales, donde sus madres buscan seguridad y protección”.
Rusia ha atacado hospitales repetidamente desde que comenzó la guerra el 24 de febrero, incluido un ataque aéreo mortal en marzo en una sala de maternidad en la ciudad de Mariupol que mató a una mujer y su hijo por nacer.
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Edith M. Lederer contribuyó desde las Naciones Unidas.
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