Cómo afectarán los últimos cambios a la Ley de Privacidad a las pequeñas empresas australianas

El gobierno australiano ha introducido cambios en la Ley de Privacidad que tendrán un profundo impacto en los aproximadamente 2,3 millones de pequeñas empresas que operan en todo el país.

Anteriormente, las empresas con una facturación anual de 3 millones de dólares o menos estaban exentas de la ley, lo que significa que no tenían la obligación de mantener segura la información personal ni de notificar a las personas afectadas si se producía una violación de datos.

Las pequeñas empresas ahora tendrán que cumplir con una serie de obligaciones previamente reservadas para las grandes empresas, incluida la búsqueda de consentimiento informado, una mayor responsabilidad en el manejo de la información y reglas sobre la destrucción de datos cuando ya no sean necesarios.

Esto significa que todas las empresas deben garantizar que sus políticas de privacidad sean estrictas. Aquí hay tres formas clave en las que las nuevas reglas podrían afectar su negocio.

Necesidad de apoyo gubernamental a la formación

Muchas pequeñas empresas pueden carecer de la experiencia y el conocimiento necesarios para afrontar las complejidades del nuevo panorama de la privacidad. Si bien el gobierno es muy claro respecto de las reglas mismas, no está tan claro cómo las pequeñas empresas pueden adherirse a estos principios de privacidad, particularmente aquellas empresas que aún se encuentran en el proceso de transformación digital.

Las pequeñas empresas necesitan recursos accesibles, capacitación y mejores prácticas para garantizar que comprenden e implementan de manera efectiva los cambios requeridos sin incurrir en costos excesivos ni correr el riesgo de incumplimiento. Porque si empresas como Optus, Medicare y Latitude no pueden hacerlo bien en ese momento, ¿cómo sabrán las pequeñas empresas a quién acudir?

El enfoque del gobierno en la aplicación de la ley debe complementarse con una sólida educación y apoyo de asesoramiento. De manera similar al enfoque de la ATO, es necesario que haya un esfuerzo proactivo para educar y ayudar a las pequeñas empresas a implementar las mejores prácticas.

Costos de cumplimiento

Los costos de cumplimiento podrían representar un serio desafío para las empresas que necesitan invertir en reestructurar sus procesos, sistemas y fuerza laboral para alinearse con las nuevas obligaciones de privacidad.

No se trata sólo de marcar algunas casillas. Es posible que las pequeñas empresas necesiten asignar recursos para programas de capacitación para asegurarse de que los empleados comprendan y cumplan las nuevas obligaciones de privacidad.

Reserve tiempo y recursos para educar al personal sobre las complejidades de las regulaciones revisadas e incorpórelo a su plan, ya sea el costo directo de los materiales de capacitación o los costos indirectos asociados con el tiempo dedicado fuera de las tareas habituales.

Consecuencias legales y sanciones.

La eliminación de la exención para las pequeñas empresas significa que ahora están sujetas a las mismas obligaciones de privacidad que las empresas más grandes. El incumplimiento de la Ley de Privacidad podría tener consecuencias legales y sanciones, por lo que es importante ponerse al día lo antes posible.

Contratar a profesionales legales que se especialicen en leyes de privacidad es una excelente manera de garantizar que se interpretan e implementan las regulaciones con precisión; esto, por supuesto, generará costos. Sin embargo, el costo de un asesor legal a corto plazo puede superar con creces el costo de las multas y acciones legales en caso de que se encuentre con una violación de seguridad o se descubra que está infringiendo las regulaciones.

Aunque pueda parecer un inconveniente, las reglas revisadas están diseñadas con un propósito claro: fortalecer las medidas de privacidad, particularmente cuando se trata de cómo las pequeñas empresas manejan la información personal de sus clientes.

Esto sólo puede ser algo bueno, y las pequeñas empresas deberían aprovechar los cambios como una oportunidad para revisar y mejorar sus procesos lo antes posible. Centrarse en la privacidad es igualmente beneficioso para los resultados de su negocio y la seguridad de sus clientes: de hecho, ambos pueden y deben ir de la mano.

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