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Cómo el krill antártico coordina los enjambres más grandes del mundo

by admin
Cómo el krill antártico coordina los enjambres más grandes del mundo

El krill antártico forma los enjambres de biomasa más grandes de la Tierra. “Incluso puedes verlos desde el espacio”, dice Alicia Burns, bióloga del comportamiento de Taronga Conservation Society Australia. Los enjambres de krill juegan un papel vital en la cadena alimentaria y en el ciclo del carbono atmosférico hacia las profundidades del Océano Antártico. No se comprende bien cómo estas diminutas criaturas parecidas a camarones forman y mantienen grupos masivos. Pero Burns y sus colegas describen en el Actas de la Royal Society B que las reglas sociales únicas y matemáticamente predecibles gobiernan las multitudes de crustáceos aparentemente caóticas.

Para observar el comportamiento de los enjambres, los investigadores se asociaron con el acuario de la División Antártica Australiana en Tasmania, una de las dos únicas instalaciones en todo el mundo capaces de criar krill. Allí, los investigadores filmaron krill desde diferentes ángulos para rastrear a los individuos en 3-D y luego determinaron estadísticamente los patrones de los movimientos de cada animal en relación con sus vecinos. “Combinar las matemáticas con la biología es la parte nueva”, dice Burns.

Geraint Tarling, oceanógrafo biológico del British Antarctic Survey, que no participó en el estudio, está de acuerdo: “Este es el primer salto que hemos tenido desde una expectativa teórica: lo que esperamos [krill] hacer—a una identificación observada absoluta de lo que es la regla de comportamiento”.

El enjambre puede ayudar a los animales a evadir a los depredadores, encontrar pareja y comida, y viajar de manera más eficiente. El nuevo estudio reveló que al formar estos grupos, el krill (como muchas especies de enjambres) ajustó su velocidad en función de la de sus vecinos al frente, de manera similar a un conductor en el tráfico. Pero a diferencia de otras especies, el krill cambiaba de dirección con mayor frecuencia en función de los vecinos en el plano vertical, nadando hacia los compañeros que estaban delante y debajo, pero alejándose de los que estaban delante y arriba. Ryan Lukeman, un matemático de la Universidad de St. Francis Xavier que estudia el enjambre pero no participó en el estudio, dice que esto es fundamentalmente diferente de lo que se ha visto en peces y aves: para ellos, “tiende a haber poca transferencia de información verticalmente”.

Los investigadores todavía están analizando por qué esto podría ser. Los ojos de Krill apuntan hacia arriba, y la parte inferior de los animales brilla con bioluminiscencia cuando se sobresalta, dice Tarling; estas características pueden ayudar a explicar su enfoque vertical durante el enjambre. Muchos de sus depredadores atacan verticalmente, y el krill podría estar observándose unos a otros en busca de señales de peligro inminente. También podrían estar evitando los vórtices producidos por el remo de los vecinos, que, a diferencia del método de nado de un pez, empuja el agua hacia abajo y hacia atrás.

Burns dice que el próximo objetivo es confirmar que las reglas de enjambre recién encontradas se aplican en la naturaleza, utilizando una “cámara de krill” colgada de una boya. Lukeman dice que los científicos algún día podrían usar las reglas para simular cómo las temperaturas y las corrientes cambiantes del océano podrían afectar la capacidad de estos crustáceos cruciales para permanecer juntos.

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