El proceso democrático de la India permite que cualquier partido que pueda demostrar que tiene una mayoría -más de la mitad de las legislaturas- forme un gobierno. Entonces, cuando los márgenes electorales son bajos, los gobiernos, especialmente las coaliciones, corren el riesgo de que los partidos rivales y, a veces, sus propios legisladores descontentos les quiten la alfombra.
