cuando los parlamentarios juegan su propio Mundial

El Parlamento Europeo disputó su primer Mundial de Rugby contra siete países. Con, al final, un resultado mixto. Historia de una pintoresca aventura…






Par Emmanuel Beretta

La presidenta de la Asamblea, Yael Braun-Pivet, inauguró la octava Copa Mundial de Rugby Parlamentaria.
La presidenta de la Asamblea, Yael Braun-Pivet, inauguró la octava Copa Mundial de Rugby Parlamentaria.
© PATRICK BATARD / Hans Lucas / Hans Lucas vía espanol

la Francia no sólo acoge con agrado la copa mundial de rugby, también fue el lugar anfitrión de enfrentamientos globales entre equipos parlamentarios. Ocho equipos se enfrentaron a principios de septiembre en el suroeste: Francia, Inglaterra, Irlanda, Nueva Zelanda, Australia, Argentina y Sudáfrica. Y por primera vez, una selección multinacional del Parlamento Europeo se unió a esta competición con reglas adaptadas para los veteranos.

Sólo se toleraba un jugador menor de 35 años por equipo. Los asistentes parlamentarios y funcionarios de la asamblea pueden entrar en la contienda para que los funcionarios electos no tengan el monopolio del balón ovalado. Un privilegio de la edad, los veteranos usan pantalones cortos distintivos para indicar que no se pueden hacer tackles contra ellos. “No hubo heridos graves”, informa el eurodiputado Pascal Durandcapitán de la selección europea.

La diversidad rechazada por los ingleses y sudafricanos

Se permitieron equipos mixtos. Sin embargo, este punto del reglamento ha causado algunas controversias. De hecho, Inglaterra y Sudáfrica se negaron a jugar contra equipos que incluyeran mujeres. Estos dos equipos citaron problemas relacionados con sus seguros. En caso de lesiones a mujeres, su seguro no las cubriría. “Para sortear esta dificultad, formamos dos grupos de cuatro equipos, uno con equipos mixtos y, en el otro, incluimos a Inglaterra y Sudáfrica y otros dos equipos a los que la no mezcla no suponía un problema”, dice Pascal Durand.

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No hace falta decir que los neozelandeses, campeones defensores, se tomaron muy en serio esta competición. No tenían intención de perderse el Mundial de Parlamentarios. Como los profesionales, el 2 de septiembre, en Toulouse, sobre el césped del Stade Ernest Vallon, el XV neozelandés realizó una impresionante haka. Mala sorpresa para el equipo del Parlamento Europeo: el tamaño de los jugadores presentados por el Parlamento de Nueva Zelanda no se corresponde en absoluto con el nivel de un equipo de diputados o senadores. Nueva Zelanda cuenta con quince malabares, jugadores inteligentes que, por su condición física y su sentido del juego, superan todo lo que el viejo rugby parlamentario puede aspirar.

Malabares para Nueva Zelanda

” Entendemos. Nos enviaron a los agentes de seguridad de su Parlamento, es decir, policías y soldados, se queja Pascal Durand, cuyo equipo concede ocho intentos… Un lío memorable. “Además, los neozelandeses no dejaron nada al azar”, continúa. Habían viajado a Europa con mucha antelación y se habían formado en Francia. Nada que ver con los argentinos que habían llegado a las 6 de la mañana y aún con jet lag cuando entraron al campo. »

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En el segundo partido de la fase de grupos, los parlamentarios europeos se enfrentaron a los parlamentarios franceses. También perdieron, pero la ventaja francesa fue menos clara. Australia acabó, en el tercer partido del grupo, relegando a los europeos al último puesto del grupo. A partir de entonces, el XV Europeo se enfrentó al último equipo del otro grupo en disputar las dos últimas plazas del torneo. En este caso, los ingleses.

¿Quién consiguió la cuchara de madera?

No se trata de perder la cara tras la disputa del Brexit. Los europeos tenían absolutamente que ganar. Pero la dificultad de no mezclarse volvió a surgir. Para las inglesas todavía no era cuestión de enfrentarse a las tres mujeres que figuran en la selección europea. Por tanto, los jugadores se mantuvieron al margen. “Y por solidaridad, los tres eurodiputados que éramos también decidieron no jugar este partido”, explica Pascal Durand.

Pero el honor se salvó: los ingleses fueron golpeados y recogieron la cuchara de madera. “Nos enviaron diputados y señores que tocaban bien pero eran viejos”, comenta Pascal Durand, muy feliz de haber sonado el himno europeo en Ovalie. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, no viajó. Por otra parte, la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, acudió a Sarlat (Dordoña) para animar al XV francés.


2023-09-18 11:56:00
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