Dick Fosbury, el hombre que revolucionó el salto de altura en el atletismo, murió a la edad de 76 años.
El estadounidense saltó hacia atrás sobre la barra para ganar el oro en los Juegos Olímpicos de México de 1968 en una técnica que se conoció como el ‘Flop de Fosbury’ y es utilizada por los saltadores de altura en la actualidad.
En los Juegos, Fosbury estableció un récord de 2,24 metros utilizando su método.
Escribiendo en Instagram, el agente de Fosbury, Ray Schulte, dijo que su cliente había muerto el domingo.
“Con gran pesar tengo que dar a conocer la noticia de que Dick Fosbury, amigo y cliente de mucho tiempo, falleció pacíficamente mientras dormía la madrugada del domingo después de un breve episodio de recurrencia del linfoma”, escribió Schulte.
“Amigos y fanáticos de todo el mundo extrañarán mucho a Dick. Una verdadera leyenda y amigo de todos”.
Fosbury comenzó a experimentar con el ‘fracaso’ en la escuela y, alentado por sus entrenadores, lo había perfeccionado casi todo cuando estaba en la educación superior.
En la final olímpica de salto de altura de 1968, el atleta de 6 pies 5 pulgadas superó 2,24 m en su tercer intento de ganar el oro.
“Cambió todo un evento para siempre con una técnica que parecía una locura en ese momento, pero el resultado la convirtió en el estándar”, dijo el cuatro veces campeón olímpico estadounidense y El experto de la BBC Michael Johnson.
A Fosbury le sobreviven su esposa Robin Tomasi, su hijo Erich y sus hijastras Stephanie Thomas-Phipps y Kristin Thompson.
“Nuestro deporte perdió una verdadera leyenda e innovador con el fallecimiento de Dick Fosbury”, dijo el USA Track and Field (USATF).
“Él inventó el ‘Fosbury Flop’, fue medallista de oro en los Juegos de 1968 y siguió siendo un defensor de los atletas durante toda su vida. El legado de Fosbury perdurará en las generaciones venideras”.
El director ejecutivo de USATF, Max Siegel, dijo que estaba “profundamente entristecido” por el fallecimiento de Fosbury y lo llamó una “verdadera leyenda y pionero en el mundo del atletismo”.
Agregó: “Siempre estaremos agradecidos por sus contribuciones al deporte y su impacto en las generaciones de atletas que siguieron sus pasos.
“Dick será profundamente extrañado, pero su legado vivirá como una inspiración para todos”.