El funeral de un periodista británico asesinado en el Amazonas ha tenido lugar en Brasil.
La viuda de Dom Phillips, Alessandro Sampaio, dijo que estaba siendo incinerado en “su hogar elegido” durante el servicio en Río de Janeiro.
Phillips, de 57 años, y el experto indígena Bruno Pereira, de 41, estaban en la selva tropical para que el periodista, que trabajaba para publicaciones como The Guardian, pudiera investigar para su libro.
La pareja fue vista por última vez en su bote en el río Itaquai, cerca de la entrada del Territorio Indígena del Valle de Javari, que limita con Perú y Colombia, el 5 de junio, desapareciendo poco después.
sus cuerpos fueron encontrados 10 días después.
Una autopsia sugirió que fueron asesinados por un “arma de fuego con munición típica de caza”.
Tres pescadores de comunidades cercanas fueron arrestados y dos confesaron los asesinatos, según la policía.
Hablando en el funeral, la Sra. Sampaio dijo: “En primer lugar, me gustaría expresar mi eterna gratitud a los pueblos indígenas, que están con nosotros como leales guardianes de la vida, la justicia y nuestros bosques.
“Hoy, Dom será incinerado en Brasil, el país que amaba, su hogar elegido. Hoy es un día de luto”.
Ha habido un largo conflicto en la región entre tribus indígenas y pescadores pobres contratados para trabajar ilegalmente en la zona.
Pereira, que trabajaba para la oficina de asuntos indígenas de Brasil, luchó contra las incursiones de los pescadores y recibió numerosas amenazas.
La hermana de Phillips, Sian, dijo: “Lo mataron porque trató de decirle al mundo lo que estaba pasando con la selva tropical y sus habitantes.
“Dom entendió la necesidad de un cambio urgente para los enfoques políticos y económicos de la conservación. Su familia y sus amigos están comprometidos a continuar ese trabajo incluso en este momento de tragedia. La historia debe ser contada”.
Los dolientes llegando al funeral
Después de vivir en Río de Janeiro durante varios años, el Sr. Phillips y la Sra. Sampaio se mudaron a la ciudad de Salvador, donde enseñó inglés a estudiantes de escasos recursos.
También estaban en el proceso de adopción de dos niños.
“Como recordamos a Dom como un hermano mayor amoroso, divertido y genial”, dijo la Sra. Phillips, “nos entristece que se le haya negado la oportunidad de compartir estas cualidades como padre para la próxima generación”.