Es posible que no esté familiarizado con la primera parte de ese tweet, pero sospecho que está familiarizado con la última parte. Y ese, por supuesto, es el otro factor importante a considerar al evaluar la insistencia de Navarro de que Trump no tiene la culpa de los eventos del 6 de enero. Él, con la ayuda de Navarro, promocionó repetidamente afirmaciones obviamente falsas sobre las elecciones y luego alentó activamente a tantos gente como sea posible para aparecer en Washington ese día. Si la “redada” “ni siquiera necesitó manifestantes”, como le dijo Navarro al Daily Beast, Trump pasó mucho tiempo asegurándose de que hubiera manifestantes allí de todos modos. Y luego, enfurecidos por su retórica y por la de Navarro, se encargaron de intentar deshacer los resultados de las elecciones.
El exasesor de Trump, Peter Navarro, quiere que sepa que solo pretendían derrocar al gobierno de manera pacífica
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