El Gran Lago Salado ha alcanzado un nuevo mínimo histórico por segunda vez en menos de un año, un hito nefasto a medida que el oeste de los EE. UU. continúa enfrentando una megasequía histórica.
El departamento de recursos naturales de Utah dijo en un comunicado de prensa el lunes que el Gran Lago Salado descendió durante el fin de semana a 4190,1 pies (1277,1 metros).
Eso es más bajo que el mínimo histórico anterior establecido en octubre, que en ese momento coincidía con un mínimo histórico de 170 años. Se espera que los niveles de los lagos sigan cayendo hasta el otoño o el invierno, dijo la agencia, ya que las condiciones exacerbadas por la crisis climática continúan ejerciendo presión sobre los niveles del agua.
El lago gigante cerca de Salt Lake City es el lago natural más grande al oeste del Mississippi. Sus niveles decrecientes de agua han puesto en riesgo a millones de aves migratorias y amenazan una economía basada en el lago que tiene un valor estimado de $ 1.3 mil millones en extracción de minerales, camarones en salmuera y recreación. La cantidad en expansión del lecho del lago expuesto también podría enviar polvo con arsénico al aire que respiran millones de personas, dicen los científicos.
La legislatura del estado, liderada por los republicanos, está tratando de encontrar formas de revertir la tendencia, pero no será fácil. El agua se ha desviado del lago durante años para casas y cultivos en el estado de más rápido crecimiento del país que también es uno de los más secos.
En otras partes del oeste de Estados Unidos, los lagos y embalses continúan alcanzando nuevos mínimos. En California, los dos embalses más grandes del estado, el lago Oroville y el lago Shasta, se encuentran en niveles críticamente secos. Y en la frontera entre Arizona y Nevada, un lago Mead cada vez más pequeño continúa revelando sus misterios a medida que las aguas retroceden, incluido un cuerpo en un barril y un bote de la época de la Segunda Guerra Mundial.