Han comenzado a surgir los primeros detalles de las víctimas del tiroteo masivo en Highland Park, Illinois, luego de que un hombre armado solitario disparara contra una multitud de personas que miraban el desfile del 4 de julio en el suburbio de Chicago.
El tiroteo mató a siete personas e hirió a docenas, lo que provocó pánico y conmoción en todo Estados Unidos, ya que otro ataque interrumpió lo que suele ser un día de celebración patriótica.
La primera víctima en ser identificada por su familia fue el abuelo Nicolás Toledo, de 76 años. The New York Times informó que Toledo, que usaba una silla de ruedas, no quería asistir al desfile pero necesitaba quedarse con su familia debido a sus discapacidades.
Toledo estaba sentado en su silla de ruedas cuando fue golpeado. “Todos estábamos en estado de shock”, dijo al Times Xochil Toledo, su nieta. “Pensamos que era parte del desfile… Nos dimos cuenta de que nuestro abuelo había sido golpeado. Vimos sangre y todo nos salpicó”.
Su familia dijo que Toledo tenía doble ciudadanía con México y había venido a vivir permanentemente en los EE. UU. para que su familia pudiera cuidarlo después de que resultó herido en un accidente automovilístico en Highland Park. “Lo trajimos aquí para que pudiera tener una vida mejor. Sus hijos querían cuidarlo y ser más en su vida, y luego sucedió esta tragedia”, dijo su nieta.
Otra víctima ha sido nombrada por una sinagoga local como Jacki Sundheim. La Congregación de la Costa Norte de Israel confirmó a los medios locales que Sundheim fue miembro de la congregación y miembro del personal de toda la vida.
En un comunicado, la sinagoga dijo: “Nuestra amada Jacki Sundheim fue una de las víctimas asesinadas en el desfile de Highland Park”.
Agregó: “El trabajo, la amabilidad y la calidez de Jacki nos conmovieron a todos, desde sus primeros días enseñando en el preescolar Gates of Learning hasta guiar a innumerables entre nosotros a través de los momentos de alegría y tristeza de la vida como nuestra Coordinadora de Eventos y B’nei Mitzvah, todo esto con incansable dedicación…
“No hay palabras suficientes para expresar la profundidad de nuestro dolor por la muerte de Jacki y nuestra simpatía por su familia y seres queridos”.
Un oficial de la ley confirmó que una tercera víctima era Steve Straus, de 88 años. Straus era un corredor financiero que trabajaba en Chicago y viajaba a la ciudad todos los días, informó el New York Times.
“Era un hombre honorable que trabajó toda su vida”, dijo la sobrina de Straus al Times. “Él no debería haber tenido que morir de esta manera”.
En una conferencia de prensa el martes por la noche, las autoridades locales también anunciaron los nombres y edades de otras tres víctimas. Una séptima víctima, y hasta ahora la última, aún no ha sido identificada. Los nombres de los otros tres eran Katherine Goldstein, 88, Irina McCarthy, 35 y Kevin McCarthy, 37.