Por una larga tradición bipartidista, décadas de secretarios de prensa de la Casa Blanca han heredado un símbolo descarado de su trabajo respondiendo a las preguntas de los reporteros enérgicos: un chaleco antibalas.
El ritual data de la década de 1970, cuando el secretario de prensa de Gerald Ford, Ron Nessen, recibió de los reporteros un chaleco azul de brocado para hombre que presentaba un forro a prueba de balas. Se lo dejó a su sucesor con una nota: “Necesitarás esto en algunas de tus sesiones informativas”.
Al más puro estilo de Washington, un regalo de broma se convirtió en un ritual venerado. Pero la prenda, que en años posteriores era un blazer de hombre de color oscuro, desaparecía ocasionalmente, a menudo entre administraciones.
Así fue que Jen Psaki, en uno de sus últimos días como secretaria de prensa del presidente Biden, se encontró rastreando un Macy’s en busca de una chaqueta de reemplazo. Encontró uno, con un toque moderno.
La nueva “chaqueta antibalas”, que ahora cuelga en una oficina del ala oeste, es una chaqueta Tommy Hilfiger para mujer, talla 16, en amarillo Hi-Liter, con bolsillos ribeteados en contraste y coderas.
“Es una chaqueta de mujer”, dijo Psaki en una entrevista. “Pero es lo suficientemente grande para hombres de cualquier tamaño”.
El cambio parecía adecuado.
Karine Jean-Pierre, quien comenzó el lunes como sucesora de Psaki, es la quinta mujer consecutiva en ocupar el cargo de secretaria de prensa de la Casa Blanca, una racha que comenzó con Sarah Huckabee Sanders en 2017.
Hasta que Bill Clinton nombró a Dee Dee Myers en 1993, el cargo había sido ocupado exclusivamente por hombres. Dana Perino sirvió bajo George W. Bush, pero Barack Obama solo nombró hombres para el trabajo.
A la Sra. Psaki no le esperaba ninguna chaqueta cuando comenzó en enero de 2021; aparentemente se perdió en el tumulto de una transición presidencial.
“Jen está prestando un verdadero servicio a la oficina de la secretaria de prensa al reemplazar una maravillosa tradición”, escribió la Sra. Perino en un correo electrónico.
El siguiente paso es restaurar las notas manuscritas de los secretarios de prensa del pasado, un compendio de consejos, humor y simpatía que aparentemente se perdió cuando desapareció la última chaqueta.
Ari Fleischer, quien se desempeñó como secretario de prensa de George W. Bush, dijo en una entrevista que guardaba copias de las notas, que supuestamente estaban envueltas en una cinta roja y guardadas en los bolsillos de la chaqueta. Está en contacto con la Sra. Psaki para reunir las notas con su nuevo hogar de colores brillantes.
“No importa cómo se vea o de qué esté hecho”, dijo Fleischer sobre la chaqueta. “Nunca funcionará, porque no hay suficiente protección para un secretario de prensa del cuerpo de prensa de la Casa Blanca”.