La pura finalidad del penalti de Didier Drogba después de la prórroga de la final de la Liga de Campeones de 2012 es … mucho. Todos sabían que terminaría su paso por el Chelsea. Todos sabían que era el acto de clausura de una gran era del Chelsea que ya se había desmoronado. Para apreciar realmente ese momento culminante final … sí, lo adivinaste, tenemos que retroceder.
Hay que saber cuánto pasaron el Bayern de Múnich y su portero, Manuel Neuer, para llegar a la final de la Champions. Es necesario comprender cómo fue la temporada pasada y esta temporada para cada uno de estos equipos. Y, sobre todo, es necesario medir las múltiples historias superpuestas que se construyen hacia este momento para el protagonista, Drogba: su historia con el Chelsea, su historia en la final de la Liga de Campeones y su historia con los tiros penales. Todos esos hilos forman una cuerda grande y tensa de la historia, y el momento que estás a punto de ver tenía el potencial de atar esa cuerda en un nudo perfecto y concluyente.
Esto es semejante un momento de rebobinado, ¡así que vamos!