Moscú: Vladimir Putin y su “querido amigo”, el líder chino Xi Jinping, planearon más conversaciones el martes después de una cena en el Kremlin en la que el aislado presidente ruso se ganó el favor de su aliado más poderoso frente a la oposición occidental a la guerra en Ucrania. Pocos días después de que un tribunal internacional acusara a Putin de crímenes de guerra, Washington denunció la visita de Xi y dijo que mostraba que Beijing estaba brindando a Moscú una “cobertura diplomática” para cometer más crímenes. En su primer viaje al exterior desde que obtuvo un tercer mandato sin precedentes a principios de este mes, Xi ha estado tratando de retratar a Beijing como un potencial pacificador en Ucrania, incluso mientras profundiza los lazos económicos con su aliado más cercano. Putin y Xi se saludaron como “queridos amigos” cuando se encontraron en el Kremlin el lunes, y las agencias de noticias estatales rusas informaron más tarde que mantuvieron conversaciones informales durante casi cuatro horas y media, con más conversaciones oficiales programadas para el martes.
En comentarios televisados, Putin le dijo a Xi que veía con respeto las propuestas de China para la resolución del conflicto de Ucrania. Xi, por su parte, elogió a Putin y pronosticó que los rusos lo reelegirían el próximo año.
Ucrania todavía estaba esperando la confirmación de si Xi hablaría en una llamada al presidente Volodymyr Zelenskiy para discutir la propuesta de paz de Beijing, dijo la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, al periódico Corriere della Sera de Italia.
“Ese sería un movimiento importante. Tienen cosas que decirse”, dijo Vereshchuk al periódico en una entrevista publicada el martes.
Moscú ha estado promocionando públicamente planes para una visita de Xi durante meses. Pero el momento le dio un nuevo significado al apoyo personal del líder chino, después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto el viernes acusando a Putin de crímenes de guerra por deportar niños de Ucrania.
Al negar los cargos, Moscú dijo que ha acogido a huérfanos para protegerlos y abrió un caso penal contra el fiscal y los jueces de la CPI. Beijing dijo que la orden reflejaba un doble rasero.
“Que el presidente Xi viaje a Rusia días después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el presidente Putin sugiere que China no siente la responsabilidad de responsabilizar al Kremlin por las atrocidades cometidas en Ucrania”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
“En lugar de incluso condenarlos, preferiría proporcionar una cobertura diplomática para que Rusia continúe cometiendo esos graves crímenes”.
El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Xi debería usar su influencia para presionar a Putin para que retire las tropas de Ucrania, y a Washington le preocupaba que Beijing pudiera pedir un alto el fuego que permitiera que las tropas rusas se quedaran.
China ha publicado una propuesta para resolver la crisis de Ucrania, descartada en gran medida en Occidente como una estratagema para ganarle tiempo a Putin para reagrupar sus fuerzas y solidificar su control sobre la tierra ocupada.
Los analistas de política exterior dijeron que si bien Putin buscaría un fuerte apoyo de Xi sobre Ucrania, dudaban que su visita a Moscú resultara en algún respaldo militar.
Washington ha dicho en las últimas semanas que teme que China pueda armar a Rusia, lo que Beijing ha negado.
Yu Jie, investigador principal del Programa Asia-Pacífico, en Chatham House en Londres, dijo que el séquito de Xi no incluye a ningún miembro de alto rango del Ejército Popular de Liberación.
“Esto puede enviar un mensaje claro de que es poco probable que Beijing ofrezca apoyo militar directo a Moscú a pesar de lo que han afirmado algunos expertos”, dijo.
Kiev, que dice que la guerra no puede terminar hasta que Rusia retire sus tropas, recibió con cautela la propuesta de paz de Beijing cuando se dio a conocer el mes pasado.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, ha dicho que China armando a Rusia podría conducir a la Tercera Guerra Mundial y ha pedido a Xi que hable con él.