La erupción de un volcán en Tonga envió olas “violentas” a través del Pacífico y provocó el vuelco de un barco que cargaba petróleo a unas 6.600 millas de distancia, derramando miles de barriles en aguas peruanas.
Decenas de pescadores protestaron frente a la principal refinería de petróleo de Perú, La Pampilla, que procesa alrededor de 117.000 barriles por día y es administrada por la empresa española Repsol.
Un barco de bandera italiana estaba cargando el petróleo en La Pampilla cuando las fuertes olas movieron la embarcación y provocaron que derramara su carga en el océano.
Las imágenes muestran una isla cubierta de cenizas del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai
Repsol dijo el domingo que fue causado por “la violencia de las olas”.
Tres personas han muerto en Tonga, incluyendo un ciudadano británico, y la mayoría de las casas en sus islas más pequeñas fueron “completamente destruidas” por el tsunami que siguió Erupción volcánica submarina del sábado.
En Perú, dos personas se ahogaron en una playa y hubo informes de daños menores desde Nueva Zelanda hasta Santa Cruz, California.
El ministro de Medio Ambiente de Perú, Rubén Ramírez, dijo a la prensa que se estima que se derramaron 6.000 barriles de petróleo en la zona, rica en biodiversidad marina.
En la playa Cavero, al noroeste de la instalación, las olas cubrieron la arena con un líquido negro brillante y se vieron pequeños crustáceos muertos.
Medio centenar de trabajadores de empresas que trabajan para Repsol retiraron la arena manchada de aceite con palas mientras trabajadores vestidos con trajes blancos recogían el aceite derramado con botellas de plástico cortadas por la mitad.
José Llacuachaqui, otro líder de pescadores local, que estaba observando la limpieza, dijo que los trabajadores estaban recogiendo el petróleo que había llegado a la arena, pero no el crudo que estaba en el agua de mar.
Casas en tres de las islas más pequeñas de Tonga “completamente destruidas”
“Eso es cazar, matar, todos los huevos, todas las especies marinas”, dijo.
Los manifestantes exigieron hablar con representantes de la refinería, pero fueron ignorados en gran medida.
“Hay una masacre de toda la biodiversidad hidrobiológica”, dijo Roberto Espinoza, líder de los pescadores locales.
“En medio de una pandemia, teniendo el mar que nos alimenta, por no tener un plan de contingencia, acaban de destruir una base de biodiversidad”.
Juan Carlos Riveros, biólogo y director científico en Perú de Oceana -organización dedicada a la protección de los océanos del mundo- dijo que entre las especies más afectadas por el derrame se encuentran aves guaneras, gaviotas, charranes, lobos marinos y delfines.
“El derrame también afecta la principal fuente de trabajo de los pescadores artesanales, ya que se restringe el acceso a sus áreas de pesca tradicionales o las especies objetivo se contaminan o mueren”, dijo Riveros.
“A corto plazo se genera desconfianza sobre la calidad y se desincentiva el consumo de la pesca, con lo que bajan los precios y se reducen los ingresos”.
La agencia de evaluación y cumplimiento ambiental de Perú estima que 18.000 metros cuadrados de playa en la costa del Pacífico de Perú se han visto afectados por el derrame.