Todo golfista quiere golpear la pelota más lejos.
“Existe la idea errónea de que golpear … más fuerte dará como resultado un tiro más largo”, dice Joey Diovisalvi, fundador del Centro de Entrenamiento Deportivo Joey D Golf en Jupiter, Florida. “Quieres golpear más rápido, no más fuerte”. En general, dice, si tienes buena velocidad cuando la cabeza del palo hace contacto con la pelota, crea una trayectoria más agresiva. El swing de golf es un movimiento explosivo, dice, “pero quieres crear una velocidad controlada, no una velocidad caótica, y eso requiere fuerza, flexibilidad, movilidad y equilibrio”.
Diovisalvi dice que la velocidad de la cabeza del palo comienza con la construcción de una base sólida y estable en las piernas y el tronco. También requiere un rango completo de movimiento a través de las caderas y la columna. Los golfistas enrollan sus cuerpos durante el backswing para seguir después del punto de impacto. Si no tiene la movilidad en la parte media de la espalda y las caderas para llevar el palo completamente hacia atrás, está engañando su swing, dice.
El Sr. Diovisalvi ha trabajado con grandes del golf como Dustin Johnson, Brooks Koepka y Vijay Singh. Señala que Johnson hace del entrenamiento de velocidad una parte clave de sus entrenamientos. “Durante los últimos 10 años, Dustin ha usado palos de swing de diferentes pesos y se balanceará 10 veces hacia la derecha y 10 veces hacia la izquierda, y podría hacer 60 swings”, dice. “Está desarrollando fuerza para desarrollar velocidad y, al mismo tiempo, la repetición crea memoria muscular”.
Él esparce estos ejercicios en un calentamiento dinámico para sus atletas, pero dice que también se pueden combinar para un solo entrenamiento. “Menos es más para empezar”, enfatiza. “Tan pronto como empiece a sentir que su forma se desmorona, reduzca la velocidad a un punto en el que pueda mantener el control y la forma adecuada”.
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