Capaz de volar o no, el diseño y la animación de este video son convincentes. A medio camino entre el avión de carga y el dirigible, los pasajeros y la tripulación no se quedarán atrapados en los espacios milimétricos de los aviones comerciales.
La idea de este suntuoso hotel volador fue revelada por la revista Revealed en sus páginas de Facebook y YouTube.
Quizás en un futuro no muy lejano podamos viajar a este hotel en lugar del transatlántico, cuya energía eléctrica se produce a partir de una mini central nuclear. La idea de las pequeñas centrales nucleares modulares ya está ganando terreno entre las empresas nucleares especializadas.
A bordo, están todas las ventajas del transatlántico; teatro, capilla para bodas, piscina, salas de juegos, restaurantes, un amplio espacio comercial, todos los servicios médicos e incluso una enorme góndola panorámica desde donde los pasajeros pueden tener una vista impresionante del cielo.
¡Siete años en el aire, sin suministros!
Los 20 reactores eléctricos alimentados por la central nuclear cubrirán todas las necesidades de propulsión y los servicios del avión-hotel. Los sistemas antiturbulencia eliminarán mágicamente las bolsas de aire y otras inestabilidades.
Para apoyar el abastecimiento (alimentos, agua, etc.) del hotel volador y para subir y bajar a los pasajeros que, se sospecha, no pasarán siete años en el aire, se le sumarán aviones comerciales –un poco como cazas aviones repostando bajo un avión de carga militar.
Es así como el avión-hotel podrá permanecer en el cielo el mayor tiempo posible, sin tocar el suelo.
Felicitaciones al comunicador científico con sede en Alemania Hasheem Al-Ghalli, quien produjo y presentó este espléndido video.