Algunos países ni siquiera sabían que existían las regulaciones, informó su grupo. Otros carecían de leyes vitales para responder a los brotes, como las que autorizaban las cuarentenas.
Cambiar esas regulaciones requeriría “negociaciones durante años”, dijo el Dr. Wieler, y señaló que el último conjunto tardó una década en completarse. En cambio, una de las principales recomendaciones de su comité fue aumentar la responsabilidad de los países por sus obligaciones, incluso mediante un tratado contra la pandemia y una revisión periódica de su preparación que involucraría a otros países.
El panel independiente también propuso la creación de un consejo internacional dirigido por jefes de estado para mantener la atención sobre las amenazas a la salud y supervisar un programa de financiamiento multimillonario al que los gobiernos contribuirían en función de su capacidad. Prometería pagos rápidos a los países que se enfrentan a un nuevo brote, dándoles un incentivo para informar.
“Solo habrá voluntad política para crear esas cosas cuando ocurra algo catastrófico”, dijo el Dr. Mark Dybul, uno de los miembros del panel. Estas recomendaciones se derivaron en parte de su experiencia al liderar el Programa de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA, conocido como Pepfar, y el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, dijo.
Pero el Dr. Wieler, quien dirigió la otra revisión internacional, dijo que, en general, la creación de nuevas instituciones en lugar de centrarse en mejorar las existentes podría aumentar los costos, complicar la coordinación y dañar a la OMS.
En ocasiones, se han adoptado las recomendaciones de los paneles después de emergencias globales. El brote de ébola de 2014 y 2015 llevó a la creación del programa de emergencias sanitarias de la OMS, cuyo objetivo es impulsar el papel de la agencia en la gestión de las crisis sanitarias y proporcionar orientación técnica. Un informe publicado este mes señaló que el nuevo programa había recibido “comentarios cada vez más positivos” de los países, donantes y agencias asociadas mientras manejaba docenas de emergencias sanitarias y humanitarias.
La OMS antes y después del brote de ébola son “básicamente dos agencias diferentes”, dijo la Dra. Joanne Liu, ex presidenta internacional de Médicos Sin Fronteras y miembro del panel independiente. La Dra. Liu fue una de las críticas más acérrimas de la OMS durante la respuesta al ébola, y notó una “marcada mejora” en la rapidez con que la agencia había declarado una emergencia internacional esta vez.