Fernando Tatis era un jugador bastante bueno. Rebotó entre cinco equipos de Grandes Ligas. Nunca llegó a formar parte de un equipo All-Star. Fue cambiado por gente como Todd Stottlemyre y Dustin Hermanson.
Pero se ganó la distinción de una carrera en una noche, en un juego que los fanáticos de los Dodgers no recuerdan con cariño. El 23 de abril de 1999, Tatis pegó dos grand slams en una entrada en el Dodger Stadium, ambos frente a Chan Ho Park.
Tres meses antes, Tatis había dado la bienvenida a un hijo a la familia. El hijo se llamaba Fernando Jr. Creció para ser un jugador espectacularmente bueno, tan bueno que su firma es la del contrato más largo en la historia del béisbol.
Y, 22 años después del día en que el padre selló un momento emblemático en el Dodger Stadium, el hijo también dejó su propia huella aquí. Tatis Jr.no conectó dos grand slams en una entrada, pero sí conectó dos jonrones ante Clayton Kershaw.
Nunca antes en la historia de las Grandes Ligas, un padre y un hijo habían bateado varios jonrones en el mismo estadio en la misma fecha del calendario, según Elias Sports Bureau.
“Definitivamente sabía que este era el día”, dijo Tatis. “Me dije a mí mismo, solo bateó dos jonrones hoy. Eso sería una locura.
“Los dioses del béisbol estaban a mi favor”.
Ese fue todo el apoyo que Yu Darvish necesitaba, ya que los Padres de San Diego ganaron el quinto de lo que el antesalista de los Dodgers Justin Turner había llamado “19 juegos de Serie Mundial” entre los dos pesos pesados de la Liga Nacional. Con una victoria 6-1 el viernes, los Padres lideran la serie de la temporada entre los equipos 3-2.
“Es la mayor rivalidad en el béisbol”, dijo Tatis. “Todos pueden sentirlo. Todos pueden verlo “.
Un equipo de los Dodgers promocionado en este periódico como “el mejor equipo en la historia del béisbol” comenzó la temporada con 13 victorias en 15 juegos. Desde entonces, los Dodgers han perdido cuatro de cinco juegos.
Han pasado una semana entera sin anotar más de tres carreras en un juego. Tienen 23 hits en sus últimos seis juegos, según ESPN, su total más bajo en un lapso de seis juegos desde 1909, cuando el equipo fue llamado Brooklyn Superbas y terminó 551/2 juegos del primero.
El lanzador de los Dodgers, Clayton Kershaw, permitió tres carreras, todas en jonrones solitarios, en siete entradas y se llevó la derrota el viernes.
(Mark J. Terrill / Associated Press)
“No, no creo que estemos presionando”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts. “No creo que estemos allí todavía. Creo que tenemos que encontrar una manera de crear corredores y seguir colocándonos en posición para impulsar carreras. Si hacemos eso, comenzaremos a anotar más ”.
El sábado, los Dodgers podrían caer en el primer lugar de la División Oeste de la Liga Nacional. Los Gigantes de San Francisco están un juego detrás de los Dodgers; los Padres siguen a los Dodgers por tres.
La velada perteneció a los villanos. Tatis es uno, y fue abucheado a un nivel moderado. Darvish, abucheado en un nivel leve, limitó a los Dodgers a una carrera y cuatro hits en siete entradas, ponchando a nueve. Mookie Betts conectó un doble para abrir la primera entrada, y Darvish no cedió un extrabase en el resto del camino. En cada una de sus últimas tres aperturas, dos contra los Dodgers, Darvish ha lanzado siete entradas y ha permitido una carrera. Su promedio de carreras limpias esta temporada es 2.27.
Y, justo cuando incluso los Padres pensaban que los Dodgers tenían a Darvish contra las cuerdas, el villano más grande de todos lo salvó.
Manny Machado recibió los abucheos más fuertes y sostenidos, y los cánticos no tenían la intención de aumentar su autoestima. Sacó la pelota del cuadro una vez en cuatro turnos al bate, un sencillo que se disparó hacia el jardín izquierdo. Él cometió falta, se ponchó y conectó un roletazo en una doble matanza.
No importa. En la séptima entrada, los Dodgers pusieron las carreras del empate en la base, con dos outs y Betts subiendo. El mánager de los Padres, Jayce Tingler, parecía dirigirse hacia el montículo.
Victor Caratini, el receptor personal de Darvish, saludó a Tingler para que se quedara quieto. Betts alineó un cohete chillón que parecía con destino al jardín izquierdo, pero Machado saltó alto a su izquierda y lo interceptó. Darvish reaccionó con júbilo, Betts con frustración.
La velada terminó para Darvish y, muy pronto, para los Dodgers. Sin embargo, la noche no terminó antes de que más problemas encontraran a los Dodgers: el relevista Corey Knebel dejó el juego debido a una lesión luego de lanzar a un bateador en la novena entrada. Los Padres agregaron tres carreras en la entrada frente a Dennis Santana.
Lo más destacado de la derrota de los Dodgers por 6-1 ante los Padres de San Diego el viernes.
Knebel, adquirido de los Cerveceros de Milwaukee el invierno pasado, se quedó fuera de la temporada 2019 después de la cirugía de Tommy John y ha lanzado solo 19 entradas y un tercio desde entonces. Roberts dijo que Knebel había experimentado molestias en la parte superior del tríceps y que se sometería a pruebas el sábado.
Kershaw permitió tres carreras en siete entradas – bueno, pero no lo suficientemente bueno en esta noche.
En sus primeras cuatro aperturas esta temporada, no había renunciado a un jonrón. En esta noche, renunció a tres. “Cometieron algunos errores y se pasaron de la valla”, dijo Kershaw. “Esa fue una especie de diferencia en el juego”.
En la segunda entrada, Wil Myers conectó un jonrón, el primero ante Kershaw en 43 turnos al bate en su carrera. En el tercero, Tatis conectó un jonrón que viajó 431 pies.
En el quinto, Tatis conectó otro jonrón, este con una velocidad de salida de 115.9 mph, según ESPN, la pelota más fuerte pegada a Kershaw desde el inicio de tales mediciones en 2015.
“Hizo un buen trabajo golpeando la pelota muy fuerte”, dijo Kershaw.
“Tengo todo el respeto del mundo por ese tipo”, dijo Tatis sobre Kershaw. “Totalmente bendecido. Lo hicimos contra un miembro del Salón de la Fama “.