El miércoles, Monfils se impuso con seguridad por 7-5, 6-3 a Popyrin, que parecía estar sintiendo la fatiga después de ganar su primer título ATP Masters 1000 el lunes en Canadá. El francés de 37 años está disfrutando de las condiciones en Cincinnati —”A medida que te haces mayor, te gustan las canchas más rápidas”, bromeó con la prensa—, pero sabe que necesitará toda la ventaja que pueda para su choque de segunda ronda.
El francés dijo que Cincinnati era su “segundo hogar” durante la gira debido a la cálida recepción que siempre recibe de las multitudes del Medio Oeste. Y ahora, dice, esos mismos fanáticos están derramando su amor sobre la próxima generación de estrellas como Alcaraz, el joven de 21 años que se perfila como el rostro de la gira masculina junto con Jannik Sinner, de 22 años.
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“Para mí, siempre es genial jugar contra una estrella tan grande como Carlos o Jannik, o, por supuesto, en mi época eran Novak, Rafa, Roger. Pero jugar contra esos jóvenes siempre es un placer”, dijo Monfils.
“Mañana será un día muy divertido para mí. Obviamente, muy duro, pero será algo que recordaré durante un par de años”.
El número 46 del mundo, Monfils, se enfrentará el jueves al número 2 Alcaraz. Será su segundo enfrentamiento del año, después de que Alcaraz mejorara su registro a 2-0 en su enfrentamiento directo en el Miami Open con una victoria por 6-2, 6-4 en la tercera ronda.
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