Los frascos que contienen el medicamento recetado pueden tener fugas debido a un problema de ajuste entre el adaptador del frasco a presión y el cuello de botella. Si el frasco tiene una fuga, existe el riesgo de exposición al fármaco por contacto con la piel o los ojos. Los medicamentos recetados deben estar en envases a prueba de niños que eviten que los niños tengan acceso al contenido como lo requiere la Ley de Envases para la Prevención de Envenenamientos (PPPA).
