El mayor general Moti Elmoz en una entrevista esta tarde (sábado) se refiere a la continuación de los combates en Gaza: “Esta es una guerra contra el terrorismo, por lo que debe entenderse que estaremos en Gaza durante al menos la próxima década. A veces escuchamos que hay una operación de brigada en Sajaiya y a veces en Rafah. No hay otra manera. Esto no es un año, no dos años, ni tres”.
Incluso en el norte, Diamond no parece indicar una relajación inminente. “Creo que en la región donde vivimos, una solución en este acuerdo es a muy corto plazo. Frente al terrorismo, no hemos encontrado otra solución que la fuerza”, continúa. “En el Líbano lo intentamos todo y a partir de ahora uno piensa en lo que garantizará la seguridad de Israel en el norte”.
Almaz también criticó: “Creo que la evacuación fue un error. Por un lado, después de ‘Tzuk Eitan’ nos dimos cuenta de que no es una vergüenza despejar una zona durante un período de tiempo limitado para no desperdiciar vidas humanas en balde”. Por otro lado, una franja tan importante como toda Galilea a lo largo del tiempo supone un daño para la seguridad, una disuasión y una recompensa para Hezbolá”.
Sobre el establecimiento de asentamientos en Gaza: “No son cosas groseras”
El Mayor General Almog responde a su declaración en una entrevista aquí esta semana de que “deberíamos haber cosechado el trigo en Beit Hanon hace mucho tiempo”: “La historia del Estado de Israel muestra que apoderarse de territorio, ocupar territorio, la agricultura y el trigo son parte del sionismo. El Estado de Israel tiene muy buena experiencia en los campos de trigo y en el pastoreo de ovejas”.
A la pregunta de si es el momento adecuado para ello, a la sombra de las críticas mundiales, responde: “Aquí hay un precio para cualquiera que levante la mano contra un judío en el Estado de Israel: perderá territorio. Este es un precio que fijó el sionismo y, por alguna razón, el Estado de Israel en los últimos años ha comenzado a hablar un idioma diferente. Es algo probado, un arma ganadora”.
Almaz, que en su último cargo fue jefe de la ACA, sube el tono sobre la cuestión del proyecto de ley de exención: “¿No habrá uno solo entre los 63 parlamentarios y ministros que dirá que esto es una discriminación grave?” Él dice. “Si no hubiera llegado a través del Tribunal Superior, habría habido una rebelión; ¿Cuánto tiempo podrá vivir el Estado con un público que no quiere pasar bajo la camilla?”.
