‘Gran Bretaña está siendo asaltada’: el ministro de Tory golpea el sistema de asilo ‘roto’, dice que el Reino Unido no puede estar en casa para todos

El 6 de junio de 2025, Kemi Badenoch entregó una crítica abrasadora del sistema de asilo de Gran Bretaña durante un discurso principal en el Royal United Services Institute en Londres. Al describir la situación como una crisis nacional, el líder conservador declaró que el Reino Unido está siendo “asaltado” por una migración no regulada y advirtió que el proceso de asilo actual se “rompió más allá de la reparación”.

Badenoch culpó a años de la débil aplicación fronteriza y las lagunas legales que, en su opinión, han dejado al país incapaz de administrar la inmigración en línea con las prioridades nacionales. “Gran Bretaña no puede estar en casa para todos”, dijo, prometiendo reconstruir el marco de asilo desde cero.

Palabras fuertes, intenciones más fuertes

Su tono era sin disculpas. En uno de los momentos más controvertidos, Badenoch hizo comparaciones con las prohibiciones de viajes introducidas por el ex presidente de los Estados Unidos Donald Trumpsugiriendo que en casos extremos, el Reino Unido podría considerar medidas similares en nombre de la seguridad pública.

También anunció la formación de una nueva comisión legal dirigida por Lord Wolfson. Su mandato será examinar las obligaciones legales del Reino Unido en virtud de la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH), que Badenoch afirmó que se explota regularmente para bloquear las deportaciones bajo el Artículo 8, el derecho a la vida familiar.

Arreglar el marco, no solo el borde

Badenoch enfatizó que el problema recae no solo con los que llegan ilegalmente, sino también con la arquitectura legal más amplia que permite apelaciones prolongadas. Ella argumentó que los traficantes de personas y los solicitantes de asilo fallidos están utilizando el sistema contra sí mismo, convirtiendo retrasos y protecciones legales en permisos de facto para permanecer.

Después del colapso del Ruanda Esquema de deportación, confirmó que se están explorando opciones alternativas de procesamiento del tercer país. No se nombraron países específicos, pero dejó en claro que el objetivo es interceptar reclamos de asilo antes de que los individuos puedan ingresar al Reino Unido y convertirse en pasivos a largo plazo.

Una estrategia política antes de las elecciones generales

Con una elección general en el horizonte y los conservadores que dan la mano de obra en las encuestas nacionales, el enfoque renovado en la inmigración es ampliamente visto como un movimiento estratégico para galvanizar la base del partido. Los votantes preocupados por el control fronterizo y la seguridad nacional siguen siendo un grupo demográfico clave para los conservadores.

Sin embargo, la estrategia conlleva riesgos políticos. Los laboristas condenaron de inmediato la revisión de la CEDH como imprudente, advirtiendo que cualquier retiro podría socavar el acuerdo del Viernes Santo y dañar la posición internacional del Reino Unido. Los expertos legales también plantearon preocupaciones sobre la viabilidad de impulsar tales reformas a través del Parlamento y los tribunales.

Reacción dividida en todo el país

El discurso de Badenoch ha provocado una brecha división en la opinión pública y política. Los defensores de los derechos humanos la han acusado de avivar el miedo y alejar la narración de la compasión. Argumentan que retratar la migración como una amenaza erosiona el legado del Reino Unido como un refugio para quienes huyen de la persecución.

Por otro lado, Badenoch parece estar afectando a los votantes fuera de las principales ciudades. Un aumento en los cruces de botes pequeños y los retrasos severos de asilo han generado frustración en todo el país. Para muchos, el atractivo de una postura más dura radica en su simplicidad: restaurar el control, acortar plazos y hacer cumplir los resultados.

Inmigración a la vanguardia

Se espera que la próxima conferencia del Partido Conservador en octubre sea un punto de inflexión. Los miembros del partido debatirán el futuro de las leyes de inmigración del Reino Unido, incluso si una desviación completa del CEDH es viable o deseable.

Lo que está claro es que la inmigración ha regresado al centro de la política británica. Mientras Badenoch se posiciona como la voz de una reforma decisiva, sus propuestas pueden marcar el comienzo de un debate nacional más amplio y polarizado sobre las fronteras, la ley y el significado del santuario.