Grecia prohibió este miércoles la terapia de conversión para menores, una práctica destinada a suprimir la orientación sexual o la identidad de género de una persona y que la comunidad lesbiana, gay, bisexual y trans de todo el mundo, así como expertos en salud, han condenado como nociva.
Según el proyecto de ley, que aprobó el parlamento griego, los psicólogos u otros profesionales de la salud necesitan el consentimiento explícito de una persona para realizar dicho tratamiento y se enfrentan a multas y penas de prisión si violan la ley.
El gobierno ha redactado una estrategia nacional que se extenderá hasta 2025 sobre reformas que promuevan la igualdad de género en Grecia, un país mayoritariamente conservador. Canadá, Nueva Zelanda y Francia criminalizaron la terapia de conversión a principios de este año.
“Hubo algunos tratamientos falsos que decían que cuando un menor ha elegido una orientación sexual diferente, sus padres supuestamente podrían proceder con ‘tratamientos’ para que este niño ‘vuelva a la normalidad’”, dijo al parlamento esta semana el ministro de Salud, Thanos Plevris.
“Obviamente estos tratamientos no solo no son una terapia sino que no están respaldados científicamente”, dijo el ministro.
El proyecto de ley también prohíbe la publicidad de tales prácticas.
Plevris agregó que Grecia también planea prohibir las cirugías en bebés intersexuales y bebés que nacen con cromosomas atípicos que afectan su anatomía reproductiva de una manera que no se ajusta a la definición normativa de hombre o mujer.
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