LONDRES—Los jefes del FBI y del servicio de seguridad nacional de Gran Bretaña emitieron severas advertencias a los líderes empresariales sobre las amenazas que plantea el espionaje chino, especialmente el espionaje destinado a robar la propiedad intelectual de las empresas tecnológicas occidentales.
En una rara aparición conjunta el miércoles en la sede del MI5, Christopher Wray, director de la Oficina Federal de Investigaciones, y Ken McCallum, director general del MI5, instaron a los ejecutivos a no subestimar la escala y la sofisticación de la campaña de Beijing.
“El gobierno chino está empeñado en robar su tecnología, sea lo que sea lo que hace que su industria funcione, y usarla para socavar su negocio y dominar su mercado”, dijo el Sr. Wray a la audiencia de empresarios. “Están decididos a usar todas las herramientas a su disposición para hacerlo”.
China utiliza la piratería patrocinada por el estado a gran escala junto con una red global de agentes de inteligencia en su búsqueda para obtener acceso a la tecnología que considera importante, dijeron los Sres. Wray y McCallum.
“Queremos enviar la señal más clara que podamos sobre un gran desafío compartido: China”, dijo Wray. Abordar la amenaza es esencial “si queremos proteger nuestras economías, nuestras instituciones y nuestros valores democráticos”.
Por separado, los funcionarios de contrainteligencia de EE. UU. emitieron un aviso el miércoles advirtiendo a los líderes de los gobiernos estatales y locales y a los ejecutivos de empresas sobre lo que ven como los crecientes esfuerzos de China para influir en la formulación de políticas a través de medios abiertos y encubiertos.
El aviso, del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de EE. UU., citaba tácticas que iban desde el cabildeo hasta el uso de grupos de fachada y la amenaza de retener oportunidades comerciales y de inversión.
Wray dijo que el FBI está abriendo una nueva investigación de contrainteligencia en China aproximadamente cada 12 horas. McCallum dijo que el MI5 estaba realizando siete veces más investigaciones sobre actividades chinas sospechosas ahora que en 2018.
China participa en “una campaña coordinada a gran escala” que representa “una competencia estratégica a lo largo de décadas”, dijo McCallum. “Necesitamos actuar”.
Los dos hombres dijeron que su enfoque es la conducta del gobierno de China y el Partido Comunista Chino y no la gente de etnia china en general. Wray dijo que los inmigrantes chinos en los EE. UU. “con frecuencia son víctimas de la agresión ilegal del gobierno chino”.
En un comunicado el miércoles, un portavoz de la embajada de China en Washington, Liu Pengyu, criticó a los que caracterizó como “políticos estadounidenses que han estado empañando la imagen de China y pintando a China como una amenaza con falsas acusaciones”.
El Sr. Liu reiteró la posición de Beijing de que es un defensor de la seguridad cibernética y una víctima de los ataques cibernéticos, y que su gobierno nunca tolera tal actividad. También acusó a los EE. UU. de lanzar una vigilancia masiva en línea e instó a los EE. UU. a “ser un actor verdaderamente responsable en el ciberespacio”.
En sus comentarios, el Sr. Wray enumeró una letanía de formas en que dijo que China busca tener en sus manos la tecnología occidental y utilizar las empresas occidentales para promover sus intereses. También señaló las leyes y regulaciones chinas que, según dijo, hacían vulnerables a las empresas extranjeras que operan en China.
El director del FBI dijo que no quería disuadir a las empresas de hacer negocios con China por completo. Pero expresó un serio escepticismo sobre las interacciones comerciales con socios chinos y dijo que los ejecutivos deben evaluar correctamente el riesgo de tales tratos.
“Mantener una ventaja tecnológica puede hacer más para aumentar el valor de una empresa que asociarse con una empresa china para vender en ese enorme mercado chino, solo para descubrir que el gobierno chino y su socio roban y copian su innovación”, dijo.
—James T. Areddy en Nueva York contribuyó a este artículo.
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