Jordan Jarbi vino a la competición para demostrar que no hay nada que ella no pueda hacer. Se dedicó, mejoró, demostró que nada se interpone en el camino de la voluntad, pero también que no siempre todo sale bien. Al final de una velada emocionante, ella y Danny Yohtman fueron eliminados de la competencia de baile más dura del mundo. “Nunca es divertido perder, pero es parte del camino. Quien no sabe perder, no sabe ganar”
tablero de arco 12
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marrajo
| Publicado el 31/07/24 23:31 | Actualizado 08/01/24 06:16
Secuestro de un iPhone: Como atleta que posee una medalla olímpica, Jordan Jarbi sabe que a veces puedes dar todo lo que tienes, pero incluso eso puede no ser suficiente. Esto es lo que pasó esta noche (miércoles) en vivo, cuando ella y Danny Yohtman terminaron su viaje en “Dancing with the Stars”. Los dos quedaron eliminados luego de bailar el foxtrot con la canción “¿Por qué no haces lo correcto?” por lo que recibieron 29 puntos.
En la inauguración de la competición, Jerbi y Yochtman bailaron un vals inglés que gritaba: el judoka duro también tiene un alma gentil y suave. Los jueces no podían creer lo que veían y la jueza Anna Aronov lo resumió de la mejor manera. “Ahora mucha gente se sentaba en casa para verte bailar, es completamente diferente a tu mundo. Los movimientos eran precisos”, se halagó. Es un acuerdo de 31 puntos que fue un excelente punto de partida en la competición.
Y si alguien pensaba que Gerbi se contentaría con los elogios y se contentaría con eso, entonces él la hacía reír mucho y probablemente simplemente no entendía con quién estaba tratando. Incluso cuando se lesionó en la sala de ensayo, no se detuvo, aprendió a entregarse al compañero que tenía a su lado y fue mejorando a medida que avanzaba en la competencia. Uno de los bailes más notables de Jarbi y Jochtman fue el último baile antes de la presentación en vivo. El tango de los dos llevó a David a admitir: “Hoy acabas de explotar. Eres diligente, preciso y siempre hay progreso”.
Durante su recorrido en la competición, Jarbi nos presentó la mentalidad que la acompañó a lo largo de sus años como deportista. De los años en los que se burlaban de ella por su apariencia y el deporte considerado masculino, pero también por las dificultades y presiones que enfrentaba. Un momento especialmente positivo y conmovedor fue cuando admitió que debido a la desconexión a la que se había acostumbrado antes de las competiciones, no escuchaba música cuando bailaba. Jarbi aprendió a liberarse, a entregarse y a aceptar el desafío con ambas manos sin tener miedo.
Lo cierto es que si una deportista de la talla de Jarbi escucha los elogios y consuelos probablemente sólo la insulte. Quería experimentar en un campo que no conoce, pero su personaje quiere ganar. Y quizás, la verdadera victoria sea la valentía de presentarse y competir en un campo en el que no tiene experiencia. Ser un perdedor con la mayoría de las probabilidades en su contra y aún así intentarlo con todas tus fuerzas y con la cabeza en alto. Pues ella ya llegó campeona.