La cantidad de pescado, mariscos y algas capturados en la naturaleza y cultivados en acuicultura alcanzó un récord de 214 millones de toneladas en 2020, dijo el miércoles la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Impulsado por un aumento sostenido de la acuicultura, el nuevo récord es una buena noticia para un mundo que enfrenta aumentos de precios y escasez de alimentos debido a la guerra en Ucrania, la interrupción de las cadenas de suministro y la inflación.
“El crecimiento de la pesca y la acuicultura es vital en nuestros esfuerzos por acabar con el hambre y la desnutrición en el mundo”, dijo el director de la FAO, Qu Dongyu.
Pero los océanos sobreexplotados, el cambio climático y la contaminación, si no se abordan, podrían amenazar ese potencial, advirtió la agencia de la ONU en su informe sobre el estado de la pesca mundial de 2022.
“El crecimiento de la acuicultura a menudo se ha producido a expensas del medio ambiente”, dijo.
“El desarrollo de la acuicultura sostenible sigue siendo fundamental para satisfacer la creciente demanda de alimentos acuáticos”.
La producción de animales acuáticos en 2020, por un total de 178 millones de toneladas, se dividió equitativamente entre la pesca y la acuicultura.
Los 36 millones de toneladas restantes fueron producción de algas.
Los rendimientos de pescado, camarones y otros mariscos destinados al consumo humano son más de un 60 por ciento más altos que durante la década de 1990, superando con creces el crecimiento de la población, según el informe, publicado durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos en Lisboa.
En promedio, las personas en todo el mundo consumen más de 20 kilos (44 libras) de alimentos acuáticos por año en la actualidad, más del doble de la cantidad de hace 50 años.
A nivel mundial, el 17 por ciento de la proteína consumida por los humanos proviene de fuentes acuáticas. En muchos países asiáticos y africanos, esa cifra se eleva a más del 50 por ciento, según el informe.
Los alimentos silvestres y cultivados de los mares y aguas continentales también son una fuente fundamental de ácidos grasos esenciales omega-3 y micronutrientes, según ha demostrado una investigación reciente.
“Los alimentos acuáticos son cada vez más reconocidos por su papel clave en la seguridad alimentaria y la nutrición”, dijo Qu.
Casi el 90 por ciento de la producción de animales acuáticos se destina al consumo humano, y el resto se destina a usos no alimentarios, como la harina y el aceite de pescado.
Los países asiáticos fueron la fuente del 70 por ciento de la pesca y la acuicultura mundial de animales acuáticos en 2020.
China sigue siendo, con diferencia, el principal productor pesquero, seguida de Indonesia, Perú, Rusia, Estados Unidos y Vietnam.
La llamada pesca de captura en la naturaleza, que se ha estancado desde mediados de la década de 1990, se redujo en un cuatro por ciento en 2020 en comparación con el promedio de los tres años anteriores.
Parte de la caída se puede atribuir a las interrupciones causadas por la pandemia de Covid, pero la disminución a largo plazo se debe a la sobrepesca.
“La FAO estima que el 34 por ciento del pescado capturado proviene de poblaciones sobreexplotadas”, dijo a la espanol el economista y experto en pesca de la Universidad de Columbia Británica, Rashid Sumaila.
“Pero son muy conservadores”, agregó. “Estudios independientes sitúan esa cifra en el 50 por ciento”.