La Comisión Federal de Comercio dijo el jueves que está demandando para bloquear la adquisición planeada por Microsoft de la compañía de videojuegos Activision Blizzard por $ 69 mil millones, diciendo que podría suprimir a los competidores de sus consolas de juegos Xbox y su creciente negocio de suscripción de juegos.
La FTC votó 3-1 para emitir la denuncia después de una reunión a puertas cerradas, con los tres comisionados demócratas votando a favor y el único republicano votando en contra. Un quinto puesto en el panel está vacante después de que otro republicano se fuera a principios de este año.
La queja de la FTC apunta a las adquisiciones de juegos anteriores de Microsoft, especialmente del conocido desarrollador Bethesda Softworks y su empresa matriz ZeniMax, como un ejemplo de cómo Microsoft hizo que algunos títulos de juegos populares fueran exclusivos a pesar de asegurar a los reguladores europeos que no tenía intención de hacerlo.
“Microsoft ya ha demostrado que puede retener contenido de sus rivales de juegos y lo hará”, dijo Holly Vedova, directora de la Oficina de Competencia de la FTC, en una declaración preparada. “Hoy buscamos evitar que Microsoft obtenga el control de un estudio de juegos independiente líder y lo use para dañar la competencia en múltiples mercados de juegos dinámicos y de rápido crecimiento”.
El presidente de Microsoft, Brad Smith, sugirió en un comunicado el jueves que es probable que la empresa cuestione la decisión de la FTC.
“Si bien creíamos en darle una oportunidad a la paz, tenemos plena confianza en nuestro caso y agradecemos la oportunidad de presentar nuestro caso ante el tribunal”, dijo Smith.
El desafío de la FTC, que se presenta en un tribunal administrativo, podría ser un caso de prueba para el mandato del presidente Joe Biden de examinar las fusiones de grandes tecnologías.
Microsoft había estado intensificando su defensa pública del acuerdo en los últimos días mientras esperaba una decisión.
Microsoft anunció el acuerdo de fusión en enero, pero se ha enfrentado a meses de resistencia por parte de Sony, que fabrica la consola PlayStation de la competencia, y ha expresado su preocupación con los organismos de control antimonopolio de todo el mundo por perder el acceso a las populares franquicias de juegos de Activision Blizzard, como Call of Duty.
Los reguladores antimonopolio bajo Biden “han defendido la opinión de que durante décadas la política de fusiones ha sido demasiado débil y han dicho repetidamente: ‘Vamos a cambiar eso’”, dijo William Kovacic, expresidente de la FTC.
El objetivo es “no permitir tratos dudosos y no aceptar acuerdos débiles”, dijo Kovacic, quien fue comisionado republicano designado en 2006 por el entonces presidente George W. Bush. Pero dijo que tratar de bloquear esta adquisición podría desencadenar un desafío legal de Microsoft que la compañía tiene buenas posibilidades de ganar.
“Es evidente que la empresa ha estado haciendo una serie de concesiones”, dijo. “Si la FTC rechaza los compromisos de Microsoft, es probable que Microsoft los plantee en los tribunales y diga que la FTC está siendo incorregiblemente obstinada al respecto”.
Microsoft anunció su última promesa el miércoles, diciendo que Call of Duty estará disponible en los dispositivos de Nintendo durante 10 años si se concreta su adquisición. Ha dicho que trató de ofrecer el mismo compromiso a Sony.
El acuerdo también está bajo un estrecho escrutinio en la Unión Europea y el Reino Unido, donde las investigaciones no se completarán hasta el próximo año.