MAE SOT, Tailandia—Algunas veces al mes, Saw Khu se despierta antes del amanecer y se embarca en una peligrosa misión para entregar sacos llenos de dinero de ayuda occidental a áreas devastadas por el conflicto en el interior de Myanmar.
Después de cruzar a escondidas la frontera desde Tailandia en una canoa de madera, es conducido a través de una cadena montañosa sembrada de soldados del ejército de Myanmar, que tomó el poder en un golpe de estado el año pasado. Al llegar a un punto de encuentro, reparte el dinero entre sus colegas, quienes lo entregan a las familias necesitadas o lo usan para comprar arroz, fideos instantáneos, lonas, mosquiteros, jabón y otros artículos esenciales para ellos.