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Hace un año, las tropas estadounidenses se retiraron de Afganistán, un final caótico para la guerra más larga de Estados Unidos y un punto de inflexión en la presidencia de Biden, un momento en el que sus índices de aprobación cayeron y nunca se recuperaron por completo.
La Casa Blanca planea conmemorar el aniversario de la retirada de Estados Unidos de Afganistán a finales de este mes. El presidente Biden quiere reconocer y honrar a los miembros y aliados del servicio estadounidense que sirvieron durante dos décadas de guerra.
Es un momento recordado por muchos estadounidenses por las imágenes de multitudes de afganos desesperados en el aeropuerto de Kabul. Algunos persiguieron un avión de la Fuerza Aérea de EE. UU., algunos incluso se aferraron mientras despegaba, y trágicamente cayeron y murieron. Un atentado suicida mató a 13 miembros del servicio estadounidense.
“Todo presidente tiene una crisis al comienzo de su mandato”, dijo John Gans, un exfuncionario del Pentágono que ha escrito sobre las Casas Blancas en tiempos de guerra. “Para la administración de Biden, fue el comienzo de una especie de letanía de cosas que no salieron tan bien como se hubieran trazado en la pizarra”.
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La popularidad de Biden se desplomó tras el caos en Kabul
Durante la retirada, los índices de aprobación de Biden se desplomaron y sus encuestas se han mantenido en territorio negativo desde entonces.
Doug Sosnik, exasesor del presidente Bill Clinton, dijo que no fue solo Afganistán lo que inició la caída en desgracia de Biden. El covid-19 estaba aumentando y la inflación comenzaba a acelerarse.
Pero Sosnik dice que la retirada fallida de Afganistán realmente perjudicó a Biden porque socavó la imagen del presidente.
“Si devolver la competencia al gobierno es uno de los sellos distintivos de una candidatura, entonces creo que la óptica de la retirada de Afganistán va completamente en contra del tipo de razón de por qué debería haber votado por Biden”, dijo.
Gans compara las consecuencias políticas de Biden con lo que vio el expresidente John F. Kennedy, después de la invasión de Bahía de Cochinos en Cuba.
“Cada presidente desde entonces ha tenido algo que ha ayudado a romper el impulso, el atractivo, el tipo de captura que tienen en la imaginación estadounidense”, dijo Gans, quien ahora es miembro de la Universidad de Pensilvania.
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La ansiada revisión de la retirada no ha terminado
La Casa Blanca prometió un informe completo de lo que salió mal. Esos informes aún no están completos.
John Kirby, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, le dijo a – que ninguna operación militar es perfecta. También hizo hincapié en las vidas salvadas durante la retirada, y señaló que más de 124.000 estadounidenses y afganos fueron trasladados a un lugar seguro durante 17 días durante la evacuación.
Kirby dijo que Biden nunca se preocupó por los índices de aprobación, pero que creía firmemente que terminar la guerra era de interés nacional para Estados Unidos.
“Diría que los eventos del año pasado lo confirman, que pudimos concentrarnos en otras amenazas y desafíos, sin mantener un par de miles o incluso más tropas sobre el terreno en Afganistán”, dijo Kirby.
Dijo que salir de Afganistán le permitió a la administración concentrarse más en la invasión de Rusia a Ucrania y los desafíos actuales con China.
Y el mes pasado, Biden aprobó un ataque con drones para matar al líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahri.
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Los votantes están enfocados en los desafíos domésticos
La retirada ayudó a iniciar la caída de Biden en las encuestas. Pero un año después, los votantes están más preocupados por la economía, dijo Mohamed Younis, editor en jefe de Gallup.
“Lo que digo es que realmente ha pasado mucho tiempo desde que la política exterior ha sido el factor en una presidencia que se vuelve amarga”, dijo Younis.
En estos días, Afganistán ni siquiera aparece en los grupos focales con votantes, dijo Celinda Lake, una estratega demócrata.
“Ya nadie plantea eso en absoluto”, dijo. “La gente está completamente enfocada en la economía doméstica en este momento”.
Más recientemente, Biden ha tenido una serie de victorias en asuntos internos, pero hasta ahora solo le ha dado un pequeño impulso en las encuestas.
Sosnik, el asesor de Clinton, dice que es demasiado pronto para saber si Biden puede cambiar el rumbo político.
“Cuando tienes una narrativa que comienza a volverse negativa y ocurren eventos para reforzar esa narrativa negativa, crea un impulso aún más negativo”.
El propio Biden se mantiene optimista y les dijo a los periodistas en un viaje reciente a Kentucky que el impulso está cambiando, pero que tomará tiempo ver los resultados.
“El hecho es que hemos estado divididos durante tanto tiempo”, dijo. “Y es solo recientemente que tenemos algún tipo de movimiento. Y creo que van a ver muchos cambios”.