LONDRES—Para las empresas británicas, la volatilidad reciente en la moneda nacional y los mercados de bonos está agravando seis años de perturbaciones extremas, comenzando con Brexit y extendiéndose a través de la pandemia y las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania.
Los ejecutivos dicen que la reciente turbulencia del mercado asestó otro golpe a la ya frágil confianza empresarial, amenazando con obstaculizar la inversión futura y socavar el crecimiento en la quinta economía más grande del mundo. A fines de la semana pasada, el gobierno dio a conocer un profundo plan de reducción de impuestos que sorprendió a los mercados: envió la moneda del Reino Unido brevemente a un mínimo histórico frente al dólar y elevó los rendimientos de la deuda pública. Desde entonces, la moneda se ha recuperado en su mayor parte, pero los rendimientos más altos amenazan con aumentar el endeudamiento en general tanto para las empresas como para los consumidores.