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Una empresa farmacéutica danesa ha desarrollado un fármaco que puede ayudar a las personas a reducir el peso. El medicamento llamado semaglutida ha sido aprobado para su uso por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
Ha sido desarrollado por Novo Nordisk y ya se vende bajo la marca Wegovy en Estados Unidos, Dinamarca y Noruega.
El Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Atención del Reino Unido (NICE) ha dicho que el medicamento es “seguro, eficaz y asequible”. NICE recomienda que se use junto con una dieta baja en calorías y una mayor actividad física. Funciona suprimiendo el apetito del usuario e imitando la hormona péptido-1 similar al glucagón (GLP-1), que se libera después de comer. Esencialmente hace que las personas se sientan más llenas.
“Para algunas personas, perder peso es un verdadero desafío, por lo que un medicamento como la semaglutida es una buena opción”, dijo Helen Knight, directora de evaluación de medicamentos de NICE. “No estará disponible para todos. Nuestro comité ha hecho recomendaciones específicas para garantizar que siga siendo rentable para el contribuyente”, agregó.
Se inyecta una vez a la semana y puede ayudar a las personas a reducir su peso en más del 10%. El NICE recomienda su uso solo en los casos en que una persona tiene al menos una condición de salud relacionada con el peso y para aquellos que tienen un índice de masa corporal (IMC) cerca del límite superior del rango de obesidad.
Una persona podrá tomar el medicamento por un máximo de dos años solo cuando haya sido recetado por un especialista. Varias personalidades famosas, incluido el CEO de Twitter, Elon Musk, afirman haberlo usado. Musk hizo las revelaciones en una publicación de Twitter.
Estaba respondiendo a una pregunta de un usuario de Twitter, quien le preguntó sobre los secretos detrás de su buena apariencia y su cuerpo en forma. Musk dijo que el ayuno y Wegovy eran sus secretos.
La semaglutida también se encuentra en el medicamento para la diabetes Ozempic, y un informe en Variety afirmó que varias personalidades del cine han estado usando Ozempic para perder peso.
Según NBC News, el medicamento se hizo tan popular en los EE. UU. que varias farmacias informaron de una escasez el año pasado. Cuesta alrededor de $ 1,300 por mes en los EE. UU.
No es una píldora mágica y tiene efectos secundarios como náuseas, dolor de estómago, vómitos y diarrea. El peso perdido también podría volver una vez que las personas dejen de tomar el medicamento. Según un informe de la BBC, las personas recuperaron alrededor de dos tercios del peso perdido dentro de los dos años posteriores a dejarlo.
Las dietas modernas se basan en alimentos ricos en carbohidratos, que son altamente adictivos y contribuyen a varios problemas metabólicos de salud. La obesidad, la diabetes, las enfermedades cardíacas, el síndrome metabólico y la enfermedad de Alzheimer van en aumento.
La Encuesta de salud de Inglaterra (HSE) realizada en 2019 reveló que más de una cuarta parte de los adultos en Inglaterra son obesos y alrededor de un tercio tienen sobrepeso. La obesidad le costó al Reino Unido un estimado de £ 6 mil millones en 2014-15 y se prevé que aumente a £ 9,7 mil millones para 2050.
La obesidad afecta a unos 14,4 millones de niños y adolescentes en los Estados Unidos. La situación es tan grave que la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) ha recomendado el uso de medicamentos para bajar de peso. Algunos de los medicamentos ampliamente disponibles son el orlistat, la semaglutida de Novo Nordisk y la metformina, que se recomiendan además del ejercicio y una dieta nutritiva.
Varios estudios realizados en el pasado han demostrado que la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar 13 tipos diferentes de cáncer. Después de fumar, el sobrepeso es la segunda causa prevenible de cáncer en el Reino Unido.
Un estudio reciente realizado por científicos en el Reino Unido encontró que el exceso de peso de por vida casi duplica el riesgo de una mujer de desarrollar cáncer de útero. El estudio, que ha sido publicado en la revista BMC Medicine, fue realizado por investigadores de la Universidad de Bristol.
