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“No puede simplemente entregar la responsabilidad de su vida a un terapeuta. Depende de usted encontrar formas de hacer que su vida funcione; el papel del terapeuta es (o debería ser) ofrecer nuevas formas de ver los viejos problemas, no ‘ arregle todo por usted. Además, los pacientes deben cuestionar las sugerencias de su terapeuta, especialmente cuando no parecen estar directamente relacionadas con lo que buscan ayuda “.
“Algunos terapeutas traen sus propios prejuicios, conceptos erróneos y necesidades a cada sesión. Y nadie debería sentirse atrapado en ver a alguien que los haga sentir incómodos, pequeños o estúpidos.
Vi a un consejero en un centro comunitario de salud mental que insistió en que asistiera a las reuniones de OA debido a mi anorexia, cuando en realidad estaba experimentando una depresión severa y pedía que me derivaran a un psiquiatra para recibir tratamiento. Ella lo rechazó.
Finalmente, la terapia dirigida como la TCC, con un marco de tiempo establecido y objetivos específicos en cada sesión, puede ser más beneficiosa que simplemente sentarse en un sofá y analizar las cosas. Años después de completar la TCC con un terapeuta fantástico, todavía aplico lo que aprendí todos los días “. —Anónimo, Florida