Este año, el Reto de la Juventud también ofrece el premio al joven voluntario. Actualización en estos dos dispositivos.
El consejo departamental de Lozère abre su sexto Desafío de la Juventud. Desde 2018 se involucra, con este esquema, en el fomento de proyectos realizados por sus jóvenes habitantes, en este caso con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años. Diecinueve jóvenes pudieron así recibir una subvención para llevar a cabo su proyecto. Puede ser un proyecto individual o colectivo. Debe promover el compromiso de los jóvenes, fomentar las prácticas culturales, deportivas o científicas, o incluso promover la apertura hacia Europa. En todo caso, debe “estar centrado en el interés del territorio”, pregunta Patricia Brémond, segunda vicepresidenta del Departamento.
Un jurado, que asocia la Cámara de Comercio e Industria, la Cámara de Oficios Artesanales, Lozère Development y otros, recibirá a los candidatos. “Vienen a presentar su proyecto, explican cómo van a ser actores de este proyecto y cómo va a aportar algo al territorio.“, explica Patricia Brémond. El jurado repartirá 6.500 € entre los diferentes expedientes que hayan llamado su atención.
Jules Serviy, comprador de la carnicería La Malène
Jules Servy ganó una beca de 2.250 € durante la edición de 2022. Con 24 años, de Millau, su plan era hacerse cargo de la carnicería de La Malène cuando su propietario se jubilara. La beca le permitió”disponer de un pequeño colchón económico para poner en marcha la actividad y preparar conservas durante el invierno“. La particularidad de esta carnicería es que es un negocio de temporada, en este pueblo de las Gargantas del Tarn cuya población fluctúa mucho entre el verano y el invierno. El joven comenzará su segunda temporada a finales de abril”.Además del aspecto económico, el explica, lo que me motivó en este Reto Juvenil es que demuestra que el departamento me respalda.”
Manon Fabre, creadora de Cévennes en la caja
Manon Fabre participó en 2019 y ganó 3.000 €. Desde entonces, ha estado desarrollando sus Cevennes en el concepto de caja, de Le Pont-de-Montvert. Incluso está en proceso de ampliar su tienda de productos locales, que incluye un área de degustación, y ofrece cajas de productos locales en internet. “El Youth Challenge fue importante y decisivo en mi camino de creación de empresasElla cree. Me llevó a hacerme preguntas sobre cómo iba a construir mi proyecto, presentarlo al jurado… Esta presentación luego me permitió desarrollarlo”.
Más que un jurado, los socios implicados apoyan los proyectos y aseguran su viabilidad. “Los expertos ayudan al joven a madurar su proyecto en adecuación al territorio“, resume Pauline Favre, responsable de misión en el Departamento. Manon Fabre confiesa:”Para mí, este dispositivo fue un refuerzo, un trampolín.“Para aquellos que también quieran aprovecharlo, el registro está abierto.