En la NBA moderna y democratizada, la habilidad es lo más importante. Ese es el atractivo, esta nueva e intrigante realidad de que cualquier persona, de cualquier tamaño, puede jugar en cualquier parte de la cancha siempre que su juego coincida con sus aspiraciones.
Nikola Jokic, el dos veces MVP reinante, es un centro de puntos de 284 libras. Stephen Curry, ahora cuatro veces campeón, es la única superestrella en la historia de la liga de menos de 6 pies y 4 pulgadas que dirige una dinastía. LeBron James, Kevin Durant, Giannis Antetokounmpo, Luka Doncic: son esencialmente guardias combinados con el tamaño de los ala-pivotes tradicionales. A veces, las defensas pondrán a su jugador más alto en el puesto de base. A veces, las ofensivas pondrán a su jugador más bajo más cerca de la canasta. La posición en la que juegas no importa tanto como lo que puedas hacer. Con reglas que eliminan el contacto excesivo y permiten la libertad de movimiento, la NBA se ha ajustado a la evolución física y atlética de sus jugadores y ha mejorado el deporte al adoptar la fluidez.
Sin embargo, es posible que la liga aún no esté lista para el talento inusual de Chet Holmgren.
Holmgren, con 7 pies y 195 libras, también resulta intrigante y aterrador para los evaluadores de talentos de la NBA. Durante varios años, ha estado en el radar del draft como una selección segura de los cinco primeros. El jueves, no hay duda de que será seleccionado entre los tres primeros. Es uno de los jugadores de 7 pies más ridículamente habilidosos en ingresar a la liga, pero incluso en una NBA de mente abierta y sin posición, existe preocupación sobre cómo resistirá su delgado cuerpo.