Obama en Amsterdam: no actuaría de manera diferente en la invasión de Crimea en 2014

Obama dijo en ese momento que su tarea principal era ver a la opinión pública internacional ya Europa ‘movilizándose’ contra Rusia. “No había ningún ejército armado en Ucrania dispuesto a luchar contra el ejército ruso. No había ningún Zelensky pidiendo armas.

“Lo que pudimos lograr es que no fuera más allá de las áreas donde había más simpatía por la posición rusa”, agregó el expresidente, ahora de 61 años. “Eso fue parte del error de cálculo de Putin, que ganamos tiempo para Ucrania, militarmente, pero también cuando hablamos de la identidad del país. Eso marcó la pauta para el levantamiento que vemos hoy”.

En la conversación con la presentadora Janine Abbring, también habló sobre sus preocupaciones sobre la política interna en los EE. UU. Él llama al punto más bajo de su presidencia el tiroteo en una escuela primaria en Sandy Hook. Veinte niños y seis maestros fueron asesinados. “Hay una fijación única por las armas en Estados Unidos. Es diferente a cualquier otro país desarrollado. De alguna manera no hemos conseguido cambiar la mentalidad de gran parte de la sociedad. Pero la mayoría quiere un cambio. Pensé que la muerte de estos niños fue suficiente para cambiar el sistema. Ahora estamos viendo un patrón repetido de tiroteos masivos en años consecutivos e incluso en el último mes que no se ve en ningún otro lugar”.

Obama también expresó su preocupación por Trump y el trumpismo. Cree en las jerarquías. Según él, las personas como él son las más importantes y los demás no. Eso es algo contra lo que tenemos que luchar”, dijo Obama, comparando el trumpismo con el putinismo “u otros ejemplos que vemos en todo el mundo”.

Obama está en Europa para una serie de conferencias. Estuvo en Zúrich el sábado y estará en el escenario de Berlín el miércoles. El expresidente no pudo vender el Ziggo Dome. El salón tenía muchos asientos vacíos. Los altos precios de las entradas pueden haber tenido algo que ver con esto. Las entradas estaban disponibles desde 55 euros, pero la mayoría de las entradas eran considerablemente más caras. Quienes estuvieran dispuestos a pagar el premio mayor, 2750 euros, también podían fotografiarse con Obama.