Ryan Borowski, una de las personas dentro de la tienda de comestibles King Soopers cuando un tirador comenzó a disparar, dijo que todos se ayudaron unos a otros a salir de la tienda.
Dijo que escuchó dos sonidos fuertes, y para el tercero, él y las personas que lo rodeaban se dieron cuenta de que eran disparos. Dijo que comenzaron a correr hacia la parte trasera de la tienda y los empleados los ayudaron a salir por la puerta trasera.
“Le dijimos a los empleados lo que estaba pasando para que todos se ayudaran unos a otros y corrimos a un lugar seguro lo más rápido que pudimos”, dijo Borowski a Espanol desde detrás de la tienda en Boulder, Colorado, unas dos horas después del tiroteo.
Borowski dijo que iba a comprar un helado, pero luego cambió de opinión y comenzó a caminar hacia el otro lado.
“No vi al tirador. Vi caras aterrorizadas corriendo hacia mí y fue entonces cuando me di la vuelta y corrí en la otra dirección”, dijo.
Dijo que todos se ayudaban entre sí, pero mientras algunas personas corrían, otras se quedaban paralizadas.
“Corrimos y no sé por qué otras personas no lo hicieron y lamento que se hayan congelado y solo desearía que esto no sucediera, desearía tener una respuesta de por qué sucedió”, dijo.
Dijo que nunca podría haber imaginado que una situación como esta sucediera en Boulder.
“Boulder se siente como una burbuja y la burbuja estalló y eso es desgarrador. Pensar que la gente murió hoy”, dijo Borowski. La policía no ha confirmado si alguien murió.
“Este se siente como el lugar más seguro de Estados Unidos y casi me matan por comprar un refresco, ya sabes, y una bolsa de papas fritas. No se siente bien”, agregó.
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