La representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) atacó recientemente al secretario de Transporte, Pete Buttigieg, por tratar de “emascular la forma en que conducimos”. Cuando se le preguntó sobre el comentario, dijo que apenas podía entender su queja.
En un mitin en Michigan el sábado para el expresidente Donald Trump, Greene se quejó que “los demócratas como Pete Buttigieg quieren castrar la forma en que conducimos y obligarlos a todos a confiar en los vehículos eléctricos”.
En una aparición el martes en Fox News, el presentador Neil Cavuto le preguntó a Buttigieg qué pensaba del comentario.
“Literalmente ni siquiera entiendo lo que eso significa”, respondió Buttigieg. “Mi sentido de hombría no está relacionado con si mi vehículo funciona con gasolina o si funciona con electricidad”.
“Fue algo extraño de decir”, agregó. “Sabes, para ser honesto, hay otros miembros del Congreso a los que presto más atención cuando pienso en opiniones que realmente importan o ideas con las que será fundamental comprometerme”.
Greene, quien recientemente llegó a los titulares por decir que el Mes del Orgullo “debe terminar”, ha apuntado previamente al secretario de Transporte con una homofobia extraña y sin sentido. En marzo, le dijo a los asistentes al mitin de Trump en Georgia que “Pete Buttigieg puede llevar sus vehículos eléctricos y sus bicicletas, y él y su esposo pueden permanecer fuera de los baños de nuestras niñas”. El siguiente mes, ella dijo que “mamá y papá han sido reemplazados por Chasten y Pete Buttigieg y sus bebés de diseño. Nuestra sociedad está enferma”.
También parece obsesionada con las definiciones tradicionales de masculinidad. En julio, se quejó de que el “entrenamiento despierto” en el ejército de EE. UU. significaba que “la masculinidad tóxica ya no se acepta por completo”, cuando “creo que la masculinidad tóxica sería un requisito número uno” para inscribirse.
La inquietante historia de retórica anti-LGBTQ de Greene ha sido catalogada por GLAAD Accountability Project.