Home » ¿Pueden coexistir la era digital y la privacidad?

¿Pueden coexistir la era digital y la privacidad?

by admin
¿Pueden coexistir la era digital y la privacidad?

El fundador y CEO de Telegram, Pavel Durov, anunció recientemente que la plataforma alcanzó los 700 millones de usuarios y lanzó un nuevo nivel de suscripción para usuarios de pago. En este mundo digital e interconectado, estas son grandes noticias. Esto se debe a que la conciencia y la preocupación por la privacidad de uno han aumentado significativamente en la última década.

“Por un lado, hay muchas personas preocupadas por su privacidad en línea. Por otro lado, hay muchos que se burlan de ellos por eso, argumentando que a los civiles respetuosos de la ley no les debería importar que se recopilen sus datos”, dijo Ofir Bar, un inversor veterano con un interés especial en emprendedores, nuevas empresas e innovadores. “Sin embargo, la cantidad de esfuerzo que pone la FTC (Comisión Federal de Comercio de EE. UU.) para restringir Facebook es una prueba de que estos problemas de privacidad son una amenaza real”.

El ‘miedo a Facebook’ llevó a millones a cambiarse a redes sociales privadas como Telegram, y parece que esto es solo el comienzo. A medida que crece la conciencia sobre la privacidad en línea, aparecen más y más regulaciones y tecnologías, lo que promete crear un futuro de coexistencia entre la era digital y la privacidad.

Un cambio de mentalidad

Es fácil dar por sentado nuestro uso diario (y gratuito) de los servicios ofrecidos por empresas como Google y Facebook. Sin embargo, uno debe entender que para sostenerse, cada empresa tiene que generar ingresos de alguna manera. Además, es importante aceptar que ninguna empresa entregará un producto o servicio sin esperar un beneficio inmediato, futuro, directo o indirecto. El dicho común ‘si no estás pagando por el producto que obtienes, tú eres el producto’ es bastante cierto, y muchos lo saben. Sin embargo, ¿cuántos renunciarían por completo a usar Google y Facebook para preservar su privacidad? Probablemente no muchos.

Por esta razón, conducir en esta era de la información interconectada requiere un cambio de mentalidad. Aquellos que protegen su privacidad pueden considerar pasar de productos ‘gratuitos’ a productos pagos. En cualquier caso, uno tiene que entender que tiene la opción de pagar con dinero o pagar con privacidad. Dicho esto, algunas empresas y startups actúan bajo la creencia de que uno no necesariamente tiene que elegir entre estas dos opciones.

Buscando privacidad

Telegram es una empresa bastante singular ya que brinda a los usuarios privacidad junto con un servicio gratuito. Esto ha sido posible principalmente gracias a que fue fundado por un multimillonario que se dedicó a combatir el espionaje gubernamental a la población civil. Otras interfaces centradas en la privacidad, como los navegadores de Internet DuckDuckGo y Brave, no tienen este privilegio. Por tanto, sus fuentes de ingresos son las donaciones y… anuncios. ¿Contraintuitivo? No necesariamente.

Aunque estos navegadores recopilan datos de sus usuarios para mostrarles anuncios personalizados, lo hacen de una forma mucho más sutil que otras interfaces similares. Por ejemplo, Mozilla Firefox, otro navegador de Internet que pone énfasis en la privacidad, permite a sus usuarios personalizar sus preferencias de ‘cookies’ y recopilación de datos.

Otro ejemplo de omisión de recopilación de datos es Fathom Analytics, un competidor de Google Analytics. Este modelo de negocio de interfaz es bastante “anticuado”: los clientes pagan por usarlo, pero recuperan su privacidad. No hace falta decir que Fathom Analytics está teniendo dificultades para competir con Google Analytics.

El bien y el mal son creados por el hombre, no por la tecnología misma

Los días en que las personas disfrutaban de total privacidad quedaron atrás, pero esto no significa necesariamente que el mundo se dirija a un futuro de ‘Black Mirror’. La tecnología mejora constantemente la vida de las personas y, naturalmente, este progreso también tiene cierto potencial de peligro. “Al igual que un martillo se puede usar tanto para construir una casa como para destruirla, lo mismo ocurre con la tecnología”, infirió Bar. “Deberíamos adoptar tecnologías nuevas y útiles y, al mismo tiempo, aprender a aprovecharlas. Esto conducirá a un futuro mejor, en el que las personas dominarán la tecnología, y no al revés”.

Este inversionista experimentado puede estar en algo. El bien y el mal no son subproductos directos de ninguna tecnología. Es cómo se usa la tecnología lo que determina si traerá prosperidad o destrucción. Mientras tanto, la conciencia es la mejor herramienta que un consumidor puede usar para navegar en este mundo carente de privacidad: Ser consciente de que uno está siendo constantemente monitoreado por interfaces comerciales y gubernamentales puede ayudarlo a darse cuenta si está siendo engañado por intereses extranjeros o no. .

You may also like

Leave a Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More

Privacy & Cookies Policy