Días después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto en su contra, el presidente ruso, Vladimir Putin, realizó una desafiante visita a la ciudad de Mariupol en su primer viaje al territorio ucraniano que Moscú anexó ilegalmente en septiembre.
Putin voló a la ciudad portuaria en helicóptero y “viajó por varios distritos de la ciudad”, dijo el Kremlin en un comunicado el domingo, y agregó que conoció a varios residentes y entró en la casa de una familia después de que lo invitaron a entrar.
El viceprimer ministro de Rusia, Marat Khusnullin, dijo en una publicación separada en su canal de Telegram que Putin “inspeccionó personalmente una de las áreas residenciales, el edificio de la Sociedad Filarmónica y evaluó las carreteras, conduciendo un automóvil por la ciudad”.
Ucrania cedió Mariupol a Rusia en mayo, después de una lucha de meses que vio algunos de los ataques rusos más brutales del conflicto, incluido un ataque a un teatro que funcionaba como el refugio antibombas más grande de la ciudad y un hospital de maternidad. Gran parte de la ciudad estratégica aún se encuentra en ruinas después de un bombardeo implacable.
Habiendo fracasado en tomar la capital de Ucrania, Kiev, fue la primera gran victoria de Moscú después de su invasión en febrero.
Pero para entonces se había convertido en un símbolo mundial de desafío después de que un pequeño grupo de combatientes ucranianos resistieran durante 83 días en la extensa planta siderúrgica Azovstal en el este de la ciudad, en una de las batallas más largas y sangrientas de la guerra. Su obstinada defensa ató a las fuerzas rusas y detuvo su ofensiva oriental.
Se estima que 100.000 personas permanecieron en la ciudad de una población de antes de la guerra de 450.000 después de su captura.
Khusnullin dijo el domingo que había informado a Putin sobre “la construcción de nuevas viviendas e infraestructura, la mejora de los territorios, la construcción de carreteras y el desarrollo económico”.
En una entrevista separada con la agencia de noticias estatal RIA Novosti, dijo que “la gente comenzó a regresar activamente” a la ciudad “cuando vieron que la restauración estaba en marcha”.
NBC News no pudo verificar esta afirmación.
Fue el segundo viaje no anunciado de Putin del fin de semana a las áreas de Ucrania ocupadas por Rusia. También viajó a la cercana Crimea para conmemorar el noveno aniversario de la anexión de Ucrania a la península del Mar Negro.
Si bien el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, realizó una serie de viajes a los campos de batalla para elevar la moral de los soldados, Putin permaneció principalmente dentro del Kremlin durante el conflicto de un año y su visita a Mariupol fue lo más cerca que Putin estuvo de las líneas del frente desde la invasión.
Rusia anexó Crimea de Ucrania en 2014, un movimiento que la mayor parte del mundo denunció como ilegal. Luego de los referéndums que Kiev y Occidente describieron como una farsa en septiembre, Moscú reclamó cuatro regiones en el sur y el este de Ucrania como territorio ruso, incluido Donetsk, donde se encuentra Mariupol.
El comunicado del Kremlin dijo que también se había reunido con el alto mando de su operación militar en Ucrania, incluido el Jefe del Estado Mayor General Valery Gerasimov, que está a cargo de la guerra, en el puesto de mando de Rostov-on-Don en el sur de Rusia.
Si bien Putin ha estado en gran medida exento de quejas, algunos de los agitadores pro-guerra de Moscú han visto la no aparición de ministros de alto rango en los campos de batalla como evidencia de que no son lo suficientemente fuertes en Ucrania.
Sus visitas se produjeron un día después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el líder ruso, acusándolo de cometer el “crimen de guerra” de supervisar el secuestro y deportación ilegal de niños de Ucrania a Rusia.
Dijo que había motivos razonables para creer que Putin tenía responsabilidad individual por los crímenes y que no había ejercido un control adecuado sobre los subordinados que cometieron los actos.
Moscú siempre ha negado las acusaciones de crímenes de guerra, describiéndolos como una “fantasía” destinada a desacreditar a Rusia. El secretario de prensa de Putin, Dmitry Peskov, rechazó las conclusiones del tribunal. “No reconocemos este tribunal, no reconocemos la jurisdicción de este tribunal. Así es como tratamos esto”, dijo en una publicación de Telegram el viernes.
Sin embargo, “Rusia no puede presentar esto como un viaje al ‘extranjero’ en desafío a la CPI”, según Keir Giles, miembro consultor senior sobre Rusia y Eurasia en el grupo de expertos con sede en Londres Chatham House.
“Crimea y Mariupol están en Ucrania, ocupadas temporalmente por tropas rusas, pero admitir ese hecho iría en contra de toda la narrativa de Moscú de que deberían ser tratadas como pertenecientes a Rusia”, dijo.
“Admitir que un viaje de un día a Mariupol es una visita a un país extranjero también sería admitir que Rusia ha ocupado ilegalmente a su vecino”, agregó.
En otra parte, Yevgeny Prigozhin, un oligarca multimillonario que dirige el ejército privado del Grupo Wagner, dijo el sábado que planea reclutar 30.000 nuevos combatientes para mediados de mayo.
“Tenemos días en los que estamos reclutando hasta 1200 personas por día. En promedio, el número oscila entre 500 y 800 [people] y actualmente hay un aumento en el crecimiento”, dijo Prighozin en un comunicado publicado en el sitio de redes sociales ruso VK el sábado.
El grupo Wagner reclutó previamente a convictos de las prisiones rusas, pero dijo que se detuvo en enero. Según cifras del servicio penitenciario ruso publicadas en noviembre, la población carcelaria del país se redujo en más de 20.000 entre agosto y noviembre, la mayor caída en una década.
