¿Cómo trabajan?
Por lo general, en la pubertad, la hormona liberadora de gonadotropinas ayuda a producir la hormona estimulante del folículo (FSH) y la hormona luteinizante (LH). En las personas asignadas como mujeres al nacer, estas hormonas hacen que los ovarios produzcan estrógeno, lo que promueve procesos como el crecimiento de los senos y la menstruación. En las personas asignadas al sexo masculino al nacer, inducen a los testículos a producir testosterona, lo que promueve procesos como el crecimiento del vello facial y una voz más grave.
Los bloqueadores de la pubertad interrumpen la producción de FSH y LH, por lo que bloquean la producción de estrógeno o testosterona. Como resultado, los adolescentes transgénero no continúan desarrollando características sexuales secundarias no deseadas: los niños transgénero no desarrollan senos y las niñas transgénero no desarrollan vello facial, por ejemplo.
Los bloqueadores de la pubertad no detienen una etapa temprana de la maduración sexual llamada adrenarquia, que puede causar acné, el crecimiento del vello púbico y axilar y el olor corporal.
¿Quién puede recibir bloqueadores de la pubertad?
Aunque los padres podrían pensar que deberían comenzar a usar bloqueadores de la pubertad desde muy jóvenes, para que un niño nunca tenga que experimentar ningún cambio físico asociado con el sexo no deseado, los expertos dicen que es mejor esperar al menos hasta que hayan comenzado las primeras etapas de la pubertad. El Dr. Stephen Rosenthal, director médico del centro de género para niños y adolescentes de UCSF Benioff Children’s Hospitals, fue coautor de las pautas de 2017 de la Endocrine Society para el cuidado de la salud transgénero. Recomendó comenzar con bloqueadores de la pubertad cuando haya comenzado la gemación de los senos o el agrandamiento de los testículos, como muy pronto.
Esto se debe a que el Dr. Rosenthal no recomienda el uso prolongado de bloqueadores de la pubertad fuera de la ventana normal de la pubertad. Restringen el funcionamiento de las gónadas, lo que puede provocar efectos adversos para la salud. Cuanto más tiempo se usen los bloqueadores después del inicio típico de la pubertad, generalmente a los 14 años, a más tardar, mayor es el riesgo posible.
Cuando los bloqueadores se inician en las primeras etapas de la pubertad, el Dr. Rosenthal generalmente sugiere que sus pacientes dejen de usarlos a los 14 años. En ese momento, los pacientes, con sus familias y sus médicos, pueden determinar si deben introducir hormonas que los ayuden a desarrollarse de acuerdo con a su identidad de género o retomar la pubertad en el género asignado al nacer.
El Dr. Rosenthal recomendó además que antes de comenzar con los bloqueadores, los niños sean evaluados por un profesional de salud mental y se determine que tienen disforia de género. Dijo que las familias también deben someterse a un proceso exhaustivo de consentimiento informado, durante el cual se les informa sobre los posibles efectos del bloqueo de la pubertad, incluidos los adversos.