Durante casi un año, la economía ha realizado un largo y agotador esfuerzo hacia la “normalidad” pospandémica. Y aún no ha terminado.
Esta página, que planeamos actualizar cada mes, nos dirá qué tan lejos tenemos que llegar antes de que la economía regrese a donde estaba antes de que la pandemia cerrara gran parte de la vida estadounidense.
Hemos logrado un progreso significativo, por supuesto: después de alcanzar el nivel más alto de desempleo que ha visto el país desde la Gran Depresión en abril de 2020, la tasa de desempleo ha caído constantemente.
Pero a partir de este mes, la tasa de desempleo sigue siendo 1.3 puntos porcentuales más alto que antes de la pandemia.
Cambio desde enero de 2020 en la tasa de desempleo desestacionalizada
La tasa de desempleo en septiembre era 4.8 por ciento, según el último informe de empleo, abajo de 5.2 por ciento en agosto.
Fundamentalmente, la recuperación no afecta a todos los trabajadores por igual. Así como las comunidades negras e hispanas han luchado con tasas más altas de infección y muerte desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, las comunidades de color continúan soportando la peor parte del alto desempleo y la inseguridad económica, incluso cuando las cifras generales caen.
Una brecha persistente
Cambio desde enero de 2020 en la tasa de desempleo desestacionalizada, por raza
La brecha entre el empleo de los estadounidenses blancos y negros sigue siendo obstinada. Antes de la pandemia, las cosas tampoco iban muy bien. El desempleo de los negros suele rondar niveles mucho más altos que los de los estadounidenses blancos. La pandemia había exacerbado esa obstinada desigualdad y ahora estamos en medio de una crisis económica profundamente desigual. Los trabajadores con salarios bajos, que tienen una probabilidad desproporcionada de ser negros e hispanos, han sido los más afectados por la pandemia porque generalmente trabajan en sectores, como el comercio minorista y la hostelería, donde su trabajo no se puede hacer desde casa. Esos lugares de trabajo plantean importantes riesgos para la salud pública en una pandemia y han estado sujetos a cierres totales o parciales a medida que las infecciones van y vienen.
Como resultado, estamos mucho más cerca de la normalidad económica en sectores como la construcción y los servicios profesionales y empresariales que en sectores como el ocio y la hostelería.
Un largo camino a cero
Cambio desde enero de 2020 en empleos no agrícolas ajustados estacionalmente agregados o perdidos para seis sectores privados importantes
Los datos de nómina no agrícolas se basan en la publicación inicial de la Oficina de Estadísticas Laborales y no tienen en cuenta las revisiones posteriores.
Algunos sectores han podido adaptarse (más o menos) a las realidades de la pandemia, pero otros, como el ocio y la hostelería y los servicios de educación y salud, han dejado a sus trabajadores en una dolorosa situación sin salida. Se enfrentan a un empleo precario, con licencias temporales o despidos permanentes siempre en el horizonte, además de la poco envidiable perspectiva de ir a trabajar todos los días con el riesgo de infección colgando sobre sus cabezas.
Es importante recordar estas disparidades porque incluso cuando el empleo parece acercarse a la normalidad prepandémica, muchas personas no son parte de ese repunte económico, y es desproporcionadamente probable que esos trabajadores sean personas de color, jóvenes y con bajos salarios. .
Vuelva el próximo mes para obtener una actualización sobre qué tan cerca (o lejos) estamos de los niveles de desempleo que vimos antes de la pandemia.