¿Quién será el próximo presidente?
Publicado a las 19:30 horas del viernes 2 de agosto de 2024
Muchacho, si pudiera verlos ahora,
No me gusta la política y no me meto con ellos.
Crecí cuando la política era divertida y entretenida. Nada que ver con el fiasco de hoy.
En aquel entonces teníamos políticos que eran interesantes y que actuaban de manera inusual.
Como Jim Folsom, que estaba tan cansado que se sentó en la acera, se quitó los zapatos y se lavó los pies. También besó a bebés y a ancianas.
Minnie Pearl llegó a la ciudad y gritó “¡yee!” desde la plataforma de una camioneta. Los niños pequeños caminaban con carteles alentando a votar por George Wallace y Shorty Price, que estaba a punto de presentarse. Los candidatos políticos besaban a los bebés, repartían chicles y demostraban cómo hacer burbujas. Un candidato recorrió todo el estado pidiendo votos.
Los candidatos locales fueron igual de entretenidos. Joe Leverett, el bulldog que fue jefe de policía de Brundidge, hizo campaña por Ben Reeves para sheriff y, luego, apareció Robert “Boss Hog” Barr, Lillian Johnson, la primera alcaldesa de Brundidge, que llevaba una escoba para barrer Jimmy Ramage con sus calcetines de colores. Y eso sin decir que unos pocos dólares y un whisky casero no influyeron en quién ganó y quién no.
¡Qué emocionante y divertida era la política! Pero ya no. Es mezquina y está llena de promesas que no se pueden o no se quieren cumplir.
Pero mi candidato a la presidencia de Estados Unidos es Mike Huckabee, ex gobernador de Arkansas. Tiene la experiencia y los conocimientos necesarios… y, sobre todo, es un hombre honesto.
Otros candidatos hacen promesas que no pueden cumplir, pero Mike Huckabee no. Él aparece en la televisión todas las noches prometiendo que dormirás como un bebé y te despertarás descansado y listo para disfrutar de tu día si tomas Relaxium. Y comenzará a funcionar la primera noche. Y, si no funciona, puedes recuperar tu dinero. He llamado a Relaxium y, si no funciona, al menos recuperaré mi dinero.