Vuelve tu mente, si puedes, a los días pasados de principios de octubre, el 6 de octubre para ser exactos.
Era un tiempo diferente. Un tiempo más simple, si eso fuera de alguna manera posible.
Ye, también conocido como Kanye West, iba a aparecer en Fox News con Tucker Carlson para discutir su decisión de usar una camiseta de “White Lives Matter” en la Semana de la Moda de París.
Elon Musk acababa de dar marcha atrás y decidió evitar un litigio procediendo después de todo con comprando Twitter al ridículo precio que había propuesto al principiohabiendo también prometido levantar la prohibición permanente a Donald Trump.
Y Trump estaba, no sé, sentado junto a la piscina en Mar-a-Lago esperando con ansias las elecciones de mitad de período dentro de un mes en las que se esperaba que sus compañeros republicanos lograran una fácil victoria.
Evidentemente, sintiéndose seguros de que todo se estaba poniendo rojo, los miembros republicanos del Comité Judicial de la Cámara abrieron Twitter y emitieron este clásico: “Kanye. Elon. Triunfo.”
La esencia del tweet era simple. Los conservadores volvieron a estar tranquilos. Y rico ¡Y orgulloso de ello!