Es difícil saber con precisión qué está tramando Vladimir Putin, pero no se puede ignorar la reunión de 25.000 soldados rusos tan cerca de la frontera con Ucrania.
El Comando de Europa de EE. UU. Ha elevado su postura a “posible crisis inminente”, el nivel más alto, y los vuelos de vigilancia de la USAF han rastreado arriba y abajo Rusiafrontera de las últimas 48 horas.
Presidente Joe BidenEl llamado y la declaración de solidaridad al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, el viernes siguieron a llamados similares a sus homólogos por parte del secretario de Defensa y el secretario de Estado de Estados Unidos a principios de semana.
Los embajadores de la OTAN se reunieron para una sesión de emergencia el jueves y el secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, tuiteó que está “muy preocupado”.
En respuesta, Señor putinEl secretario de prensa, Dmitry Peskov, amenazó a la OTAN si enviaba ayuda a Ucrania.
“No hay duda de que tal escenario conduciría a un mayor aumento de las tensiones cerca de las fronteras de Rusia. Por supuesto, esto requeriría medidas adicionales por parte de Rusia para garantizar su seguridad”, dijo a los periodistas.
Todo esto suena inquietantemente familiar: es una vieja táctica de Putin para justificar la acción militar alegando que los intereses rusos están en riesgo.
Moscú continúa negando haber enviado tropas al este de Ucrania a pesar de la abrumadora evidencia de tropas y armas rusas en el conflicto de siete años.
Lejos de ser un conflicto congelado, como muchos suponen, siguen muriendo personas, incluidos cuatro soldados ucranianos, durante la semana pasada.
En los últimos meses, el Kremlin también ha rechazado los llamamientos para revisar los acuerdos de Minsk y no ha mostrado ninguna voluntad de revisar el Grupo de Normandía de líderes franceses, alemanes, rusos y ucranianos.
Pero lo más preocupante de todo ha sido la estrategia del Kremlin de entregar pasaportes rusos a los residentes del este de Ucrania.
Al convertir a cientos de miles de estas personas en ciudadanos rusos, el presidente ruso no solo está reduciendo la posibilidad de que la región vuelva al control de Kiev, sino que está convirtiendo a la gente en su responsabilidad.
Entonces, si puede crear una situación en la que los “rusos” estén “amenazados”, tiene su justificación para enviar tropas.