Melocotón, lichi, chocolate-avellanas…
Con las bocanadas (pronunciadas “peuf”, “soplo” en inglés), todos los gustos están permitidos. Estos cigarrillos electrónicos desechables nacieron en China, antes de ser comercializados por empresas californianas a partir de 2019. El mercado se disparó en 2020, cuando la poderosa Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) prohibió los aromas en los líquidos para vapear los cigarrillos electrónicos: cigarrillos reutilizables pero no desechables. otros, lo que conduce a un cambio en el consumo y a enormes ganancias: el año pasado, el mercado estadounidense de cigarrillos electrónicos desechables valía 6.800 millones de dólares. La calada también es un éxito en Europa gracias a su precio (menos de 10 euros, frente a los 20 euros de media de un cigarrillo electrónico reutilizable y un líquido para vapear), así como al bajo tecnicismo del producto, que le permite ser distribuidos a estancos y supermercados.
Una calamidad ecológica
Vida útil de las caladas: entre seiscientas y setecientas caladas, según el Comité Nacional Contra el Tabaquismo. ¿Y una vez tirado? Una eternidad. Fabricadas en plástico, una batería fija que contiene 0,15 gramos de litio, pero también trazas de metales pesados, las caladas son muy difíciles de reciclar, sobre todo porque el embalaje no indica que deban desecharse en puntos menos dedicados a los electrodomésticos. de 25 cm o en centros de reciclaje. En abril, una veintena de personalidades del mundo de la salud y la ecología firmaron El mundo un llamado para prohibir esto “flagelo ambiental y de salud”. A su lado, la tradicional colilla que se degrada en dos años parece casi agradable.
Los adolescentes en el centro del objetivo
Envases de neón, perfume. “unicornio” (una dulce mezcla de fresas y pitahaya), formato ideal para guardar en un estuche entre los bolígrafos de 4 colores… El puff se dirige al público joven, que ve las promociones en Instagram y TikTok y que no sabe nada de sustancias. irritantes que contiene. Con o sin nicotina, desechables o no, el código de salud pública prohíbe la venta de todos los cigarrillos electrónicos a menores. Pero, de hecho, “El 13% de los consumidores de hojaldre tienen entre 13 y 16 años”, indica Martín Drago, responsable de defensa de la Alianza contra el Tabaco (ACT), que publicó el primer estudio europeo sobre el tema a finales de 2022, y que lamenta que los vendedores, atraídos por este lucrativo negocio, no controlen suficientemente la edad de sus clientes. Resultado: en 2023, el 47% de los adolescentes “Comenzaron su introducción a la nicotina a través de este dispositivo” según el ACT, en comparación con el 28% el año pasado. Para poner fin al fenómeno, las asociaciones piden su prohibición.
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2023-11-15 19:00:21
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